Weno, bienvenidos al final de esta rara aventura jeje. Pinche capítulo largo me acabo de aventar alv, una disculpa si no está bien editado :c
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Castiel hacía sus labores en el cielo como normalmente hacía, se encontraba sanando a algunos de sus hermanos que habían terminado heridos después de un arduo entrenamiento. Algunos de los arcángeles vengadores se encontraban vagando cerca, como si supervisaran que todo estuviera en orden.
Era extraño que Michael no estuviera entre ellos pero a Castiel no le sorprendía, prefería estar con los otros mayores que relacionarse con los de bajo rango. Era muy pomposo si era honesto.
El ángel de alas azuladas se inclinó sobre Akobel sanando una herida en uno de sus costados y en una de sus alas. El movimiento hizo que el collar plateado que mantenía recelosamente escondido en sus ropajes se deslizara de su lugar y se balanceara sobre su cuello como un péndulo brillando débilmente ante los ojos de todos, como una pequeña estrella en una cadena. Castiel no le prestó atención pero Akobel sí, mirando de manera interesante aquel objeto, reconociendo de inmediato el nombre grabado en él pero antes de decirle algo a Castiel, alertarlo de ocultar ese detalle, uno de los arcángeles se acercó y tomó de manera brusca el collar tirando de Castiel hacia arriba, haciendo que el ángel lo mirara con el ceño fruncido en un intento de esconder su alarma mientras al que reconocía como Basilio.
— ¿De dónde sacaste esto?—gruñó el arcángel haciendo que Castiel apretara los labios— ¿Acaso eres un arcángel llamado Jev, Castiel?
Castiel, luciendo intimidado y asustado de que algo pudiera pasarle a Jev por aquello, negó con la cabeza sin atreverse a hablar.
Los ángeles que habían estado entrenando poco a poco dejaron de hacer lo que hacían y se concentraron en mirar a Castiel, comenzaban a murmurar en voz baja mientras se miraban confundidos y alarmados. Entre la multitud distinguió los rostros preocupados de Balthazar y Anna. Cerca de él, Akobel lo contemplaba con pesar y temor, disculpándose por no haberle alertado de que el collar se había salido de su ropaje.
La cadena alrededor de su cuello comenzaba a lastimarle, tirando de él con fuerza mientras Basilio se alzaba sobre Castiel de manera intimidante, extendiendo sus alas nacaradas en un intento de intimidar con su tamaño, como si no fuera suficiente tan sólo teniéndolo encima. Castiel tragó duro, jadeando ante el calor que comenzaba a emanar la cadena contra él como conductor de la gracia del arcángel frente suyo.
— ¿Dónde está Jev?—cuestionó Basilio haciéndolo jadear.
—No sé, no lo he visto en unos días—confesó Castiel, temeroso.
Deseaba que Gabriel estuviera ahí, él sabría que hacer en esa situación, él pondría en su lugar a Basilio por intimidarlo de esa manera porque Castiel no sabía qué hacer. Por lo general pasaba desapercibido para el resto de sus hermanos, sabían de sus destrezas como un soldado pero no eran conscientes de Castiel más allá de eso. Era como si sólo le dieran una palmadita en la cabeza y le dijeran "buen trabajo, sigue así" antes de seguir su camino.
Basilio enarcó una ceja, mirándolo fijamente en un intento de buscar la mentira en su rostro. Al no encontrar nada soltó el collar pero sujetó con fuerza a Castiel del brazo, apretando tanto que su mano ardió en él de manera dolorosa.
—Vendrás con nosotros—gruñó llevándoselo de aquel lugar.
Castiel miró por encima de su hombro encontrando a Balthazar y a Anna intentando llegar a él, mirándolo con preocupación mientras Cass sólo se preguntaba qué tan dolorosa sería la consecuencia por portar el collar que el mismo Jev le había dado.
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El Crush Angelical de Castiel.
FanfictionCastiel sintió que se encogía cuando se concentró en sus ojos, parecían dos cuencas vacías desde aquella distancia, tan oscuros y profundos como dos agujeros negros en el espacio dispuestos a succionarte hasta hacerte desaparecer en sus profundidade...