T R E I N T A

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"Por aquí" dijo Harry, señalando un pasadizo de piedra que era el único
camino.

Lo único que podían oír, además de sus pasos, era el goteo del agua en las
paredes.

El pasadizo bajaba oblicuamente y Harry se acordó de Gringotts. Con un
desagradable sobresalto, recordó a los dragones que decían que custodiaban las
cámaras, en el banco de los magos.

Si encontraban un dragón, un dragón más grande… Con Norberto ya habían tenido suficiente…

"¿Oyes algo?" susurró Ron.
Harry escuchó. Un leve tintineo y un crujido, que parecían proceder de delante.

"¿Crees que será un fantasma?"

"No lo sé… a mí me parecen alas."

Llegaron hasta el final del pasillo y vieron ante ellos una habitación brillantemente iluminada, con el techo curvándose sobre ellos. Estaba llena de pajaritos brillantes que volaban por toda la habitación. En el lado opuesto, había una
pesada puerta de madera.

"¿Crees que nos atacarán si cruzamos la habitación?" preguntó Draco.

"Es probable" contestó Harry"No parecen muy malos, pero supongo que si se tiran todos juntos… Bueno, no hay nada que hacer… voy a correr."

Respiró profundamente, se cubrió la cara con los brazos y cruzó corriendo la
habitación. Esperaba sentir picos agudos y garras desgarrando su cuerpo, pero no
sucedió nada.

Alcanzó la puerta sin que lo tocaran. Movió la manija, pero estaba cerrada con llave.
Los otros cuatro lo imitaron.

Tiraron y empujaron, pero la puerta no se movía, ni
siquiera cuando Hermione probó con su hechizo de Alohomora.

"¿Y ahora qué hacemos?" preguntó Ron.

"Esos pájaros… no pueden estar sólo por decoración" dijo Hermione.

Observaron los pájaros, que volaban sobre sus cabezas, brillando… ¿Brillando?

"¡No son pájaros!" dijo de pronto Anais "¡Son llaves! Llaves aladas, mirad
bien. Entonces eso debe significar…" Miró alrededor de la habitación, mientras los
otros observaban la bandada de llaves "Sí… mirad ahí. ¡Escobas! ¡Tenemos que
conseguir la llave de la puerta!"

"¡Pero hay cientos de llaves!"
Ron examinó la cerradura de la puerta.

"Tenemos que buscar una llave grande, antigua, de plata, probablemente, como
la manija."

Cada uno cogió una escoba y de una patada estuvieron en el aire, remontándose entre la nube de llaves.

Trataban de atraparlas, pero las llaves hechizadas se movían tan rápidamente que era casi imposible sujetarlas.

Pero no por nada Harry era el más joven buscador del siglo. Tenía un don especial
para detectar cosas que la otra gente no veía.

Después de unos minutos moviéndose entre el remolino de plumas de todos los colores, detectó una gran llave de plata, con un ala torcida, como si ya la hubieran atrapado y la hubieran introducido con brusquedad en la cerradura.

"¡Es ésa!" gritó a los otro"Esa grande… allí… no, ahí… Con alas azul
brillante… las plumas están aplastadas por un lado."

Ron se lanzó a toda velocidad en aquella dirección, chocó contra el techo y casi
se cae de la escoba.

"¡Tenemos que encerrarla!"gritó Harry, sin quitar los ojos de la llave con el ala
estropeada"Ron, ven desde arriba, Hermione, quédate abajo y no la dejes
descender, Draco tu por la derecha y Anais por la izquierda. Yo trataré de atraparla. Bien: ¡AHORA!"
Ron se lanzó en picado, Hermione subió en vertical,mientras Draco y Anais abanzaban a gran velocidad hasta la llave, la llave los esquivó a los cuatro , y Harry se lanzó tras ella. Iban a toda velocidad hacia la pared, Harry se inclinó hacia delante y, con un ruido desagradable, la aplastó contra la piedra con una sola mano.

°Una Historia Distinta° /Editando/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora