Juego

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Observa la habitación desconcertado, intentando no entrar en pánico cuando la única puerta que alcanza a observar parece llevar a un baño y no hacia la salida. El lugar es circular y la cama donde se encuentra sentado parecer ser el centro de todo, a poca distancia nota un comedor sencillo para solo dos personas, una cocina con lo básico y una reducida sala con solo dos sillones.

El resto del lugar está vacío, lo que da la sensación de que es mucho más grande de lo que realmente es. Las paredes de la habitación son oscuras y a momentos cree ver alguna especie de barrotes, pero son figuras que desaparecen en cuanto parpadea, por lo que duda sobre si son reales o no.

—Buenos días, Shion.

La familiar voz resuena como eco por toda la habitación, mueve las manos en un vano intento por zafarse de las cadenas que las mantiene juntas tras su espalda, no lo ve, pero siente una textura demasiado familiar encima de los grilletes, por lo que supone que se trata de alguna clase de pergamino que impide su uso de cosmos, la razón más grande por la cual se mantiene encima de la cama y sin escapar de tan extraño lugar.

—Oneiros —reconoce sin problema, escuchando los pasos del otro caminando en su dirección—. No se porque esto no me sorprende.

—Dime Shion, ¿Qué te parece si hacemos de esto un juego?

Siente el colchón hundirse ante el nuevo peso extra, antes de sentir un tirón en los grilletes de sus tobillos, una sensación incómoda y molesta que le obliga a encarar a su carcelero. El mismo que le observa con diversión, el único ganador de cualquier clase de retorcido juego que tuviera planeado.

Amor complejo [Oneiros&Shion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora