Capitulo XXI

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Narra Jace:

Amette me miraba con terror en sus ojos. Era obvio, puesto qué por primera vez me habia transformado en vampiro frente a ella... Tenia los ojos rojos carmín, los colmillos me sobresalian de los labios y mi musculatura habia aumentado considerablemente.

-¿Te gusta lo qué ves?-pregunte con una sonrrisa

-I-idiota...¿Podemos empezar?-desvio la mirada

-Lección uno, nunca bajes la guardía-exclame mientras descargaba otro golpe

Ella me esquivó con agilidad. Sus reflejos son buenos, perfecto, ahora...

-Lección dos-murmure y la golpee en el costado del abdomen-¡Nunca pierdas de vista a tu enemigo!-

-Tsk...-se quejó ahogando un gritito-¿Qué más?-dijo de mala gana

-Lección tres-dije mientras la ayudaba a posicionarse-Mantén siempre los pies separados, a la altura de los hombros. Tus brazos cerca de tu cuerpo, te serviran de escudo cada qué se requiera-expliqué y tome dos baras del suelo-Tendrás que ser muy rapida-le lancé una y al tiempo la atrapó

-¿Palos?-dijo mirandolo

Negué con la cabeza-Espadas-dije

-Debe ser una broma-mascullo entre dientes

-Vamos, robame la espada-la insité

-Estas loco-murmuro mientras sostenia la bara en una mano

La mire sorprendido, la sostenia como toda espadachín profesional. Me dio una descargá de calor verla de pie frente a mi de un modo tan sexy... Y esa descargá comenzaba a despertar otra cosa...

-¿Lista?-dije mientras hacia girar la bara en mi mano

-Absolutamente-respondio y sin darme cuenta ya la tenia a paso demi y con la punta de su bara en mi pecho

-Buen truco-dije-Sin embargó, no creo qué dures mucho con la espada, tu unica opción es robarle la espada a Ryan e iniciar un combate cuerpo a cuerpo-

-No voy a pelear contra Ryan-musitó

-¿Eh?-ahora sí, me sorprendio

-No voy a combatir-repitio-Voy a renunciar-

-¡¿Qué?!-exclame-¡Estas loca!, el consejo nunca lo aceptara-

-Pues no me importa-me interrumpio-No voy a hacerlo y punto-tiro la bara al suelo, se dio la vuelta y se marchó

¿Se marchó?, cielos, nunca habia visto a Amette tan decidida en toda mi vida. Esto realmente se está poniendo serio. MUY serio.

Narra Amette:

No, no, no y definitivamente, no. No pienso pelear contra Ryan, es mi hemano, simplemente no voy a hacerlo...

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-¡¿Es que acasó estan locos?!-grite desesperada

-El duelo se hará, y punto-dijo un hombre bajito y regordete

-Mamá-musite y está volteo a verme-Ayudame, porfavor-supliqué

-Lo siento, ya esta decidido-azotó un martillo de madera contra la mesa y se levantó-Sesión terminada, pueden retirarse-y se fue sin decir más

Me quede de pie donde estaba. Ni siquiera mi "madre" podia hacer qué el duelo se cancelara. Apoye mis manos hechas puño sobre la mesa y abrí la boca, pero nada salio.

Mire con los ojos llenos de lagrimas hacia el frente, los profundos ojos negros de Jace se conectarón con los mios... Hay, no. Ahora no quería verlo.

-¿Todo en orden?-preguntó/repitio mi pensamiento

-Largate, ¿Quieres?-musité

-No, no quiero-respondio divertido y se sentó en una silla frente a mi

-¡Maldita sea!-descargué un golpe donde estaba mi puño haciendo un oyó en la mesa

-La mesa no tiene la culpa-dijo mientras me miraba seriamente

-¡Callate!, ¿O quieres qué tambien te golpee?-le espeté

-Me gustaría qué lo INTENTARAS-remarcó la ultima palabra

-No estoy de humor-musité

-Dale, venga-se le vantó y caminó lentamente hacia mi-Desahogate-

-No me molestes-mascullé entre dientes

-Debil-musitó a lo qué yo voltee a verlo

-¿Disculpa?-dije-Repité eso-

-¿Qué?-se hizo el inocente

-Lo qué dijiste-mascullé

-¿Qué?, ¿Debil?-me miro divertido

-Eres vampiro muertó-murmure

-Tecnicamente los vampiros no podemos morir, somos inmortales-explicó como todo un Einstein

-¡Maldito seas, Jace!-corri detras de el al tiempo que pegaba carrera fuera de la sala

Lo perseguia por todo el edificio, saltabamos, resbalabamos, destrozabamos todo a nuestro pasó. Lo alcancé en el tejado, lo habia acorralado y no veia escapatoría... A menos qué... Se aventara de la cornisa.

-Estas loco-dije

-Pero loco por tí-musitó con una sonrrisa

-Alejate de la cornisa, Jace-abvertí, el miedo se notaba en mi voz

-¿Te preocupa qué me haga daño?-preguntó con descaró

-Claro qué si... Ahora, alejate de allí-insistí

-Solo si me das un beso-respondió

-¿Qué...?-balbucee

-Solo si me das un beso, me apartó de la orilla, pero si no, escucharas mi caida-sonrreia triunfante, el sabia qué no lo dejaría...

-Muerete pues-me di la vuelta y supé qué se quedo estupefacto por mi reacción

-Vale, era solo una broma-dijo detrás de mi-Pero no te vayas-me detuvó de la muñeca

-Sueltame-fingí molestia

-Quedate-me atrajó a el con su brazo en mi cintura

-...5 minutos...nada más...-murmure cerrando los ojos

Mi corazón latía desbocado. Este tipo sabe como ponerme nerviosa en cualquier momento. Cerro los ojos y pude notar que se reía para si mismo...

-¿Qué?-pregunte incredula

-Haci qué te pongo nerviosa, ¿Eh?-dijo

Me tapé la boca. Santo dios, habia escuchado eso. Pero yo no habia hablado... ¡Madre mía!, ¡Leyo mi mente!

-No te asustes-dijo-Es normal, pronto tu tambien podrás-

Santo padre. Esto cada vez se pone mejor... Alto, ¿Dijo qué estaba loco por mi?

Me enamoré de un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora