El Sucesor Del Mago.

Capitulo 1: El Niño Rey.

En ese lugar, al que una vez pude llamar hogar, estaba una llamarada inmensa que podía verse como si rozará el cielo.

En ese lugar estaba yo sin habla, perturbado, de como todo en un instante fue catástrofe, de lo que debería ser un gran día, se convirtió en el fin.

Pero retrocedamos unas horas y sabrás que es lo que pasa...

En su cuarto día desde que inició la temporada de verano se podría decir que es algo fresco en ves de caluroso pero quién soy yo para decir que tan caluroso debe ser digo soy un niño de 11 años de edad y según papá los magos pueden vivir de 800 años ah 1500 de edad así que no se por que me preocupo demáciado supongo que es por qué siempre eh sido así le tomo importancia ah cosas sin sentido, ya debo levantarme de mi cama creo que ya es muy tarde si no bajo ah desayunar de seguro vendrá esa pequeña diablilla ay molestarme su voz tan chillona me provoca un dolor en la cabeza, pero creo que ya es demasiado tarde en cuanto levanto la mirada ella ahí está una sombra de una estatura de 1.10 mt lista para provocarme una migraña tan destructiva que podría volar mi techo por los cielos lo siguiente que dice es posible que lo pueda hacer.

-Hermanito mi mamá quiere que bajes ah desayunar oh hará que olvides quien es tu mamá y dudarás de quién es el mismísimo demonio.

Las palabras que acaban de salir del pequeño demonio es mi hermana su nombre Rebeca, edad: 8 años, cabello negro y una piel aperlada, toda la cuidad la quiere mucho y su habilidad en el enfrentamiento cuerpo ah cuerpo es algo que es de admirar, en cuanto ah mi no me sorprende mucho yo soy muy bueno en la magia y según los sabios magos de la cuidad mis reservas de mana es algo que no es de subestimar y mi facilidad para aprender hechizos es algo muy impresionante pero bueno después de todo soy el siguiente al trono de los magos.

Tan pronto como Rebeca sale de la habitación y rompe unas cuantas de mis venas me levanto de un brinco y trueno mis dedos y me desvisto me acercó ah el baño y de otro chasquido de mis dedos sale agua de mi bañera completamente tibia y me sumergo dentro hasta quitar todo el sudor que acumule en la noche, después de haber tallado cada parte de mi cuerpo salgo y chasqueo mis dedos una vez más para secarme y ponerme un cambio de ropa una camisa de botones blanca, un pantalón negro de vestir, seguido de un cinturón y una corbata negra hoy es la presentación de mi asenso ah el nombramiento de siguiente sucesor del Rey de Nuemir aúnque han pasado al rededor de unas semanas desde que papá decidió que yo fuera su sucesor las personas de Nuemir me ven de manera de un líder y esperan mucho de mi aunque es cierto yo seré el siguiente líder de Nuemir no me siento como un Rey siento que hay algo que necesito pero no tengo, una visión de lo que debo tener para un puesto tan importante y de mucha responsabilidad no me encuentro como me definiría y eso me da pánico y eh tenido mucho tiempo para buscarme lo aseguro no me encuentro ah mi mismo quizás hoy pueda.

Después de terminar de ponerme los zapatos bajo las escaleras del castillo principal, del Rey, quien es mi padre, un hombre de 1.80 mt de una barba castaña con unos brazos tan fuertes como las muros que protegen Nuemir y unos ojos tan brillantes como el amanecer del sol es la única persona en la que me puedo basar la definición de mago que es aquel neutral pacífico de una seguridad implacable y una fuerza que hace temblar hasta los horizontes y una cantidad exagerada de mana tan basta como el mar que cubre la mayor parte del mundo quien no conozca su nombre no conoce de historia, el hombre de 129 años quien protegió todas la razas con sus hombros y espanto ah la bestia azul del otro lado del mar, quien es el que sacó ah la luz la raza de los magos y firmó una paz que lleva 100 años con los Domadores de elementos y el Rey de los mismos de la sangre azul incandecente y también su más gran amigo, el Rey Carlos de Nuemir mi padre y mi ejemplo ah ser Rey, aunque el dice que debo encontrarme ah mi como Rey y veré nunca dudaré, pero ya estoy dudando.