Rosa

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La vista que tenía Aomine en ese momento poco podía creerla, pues Taiga estaba llorando y gritando desconsolado, mientras Ogiwara intentaba reanimarlo, evidentemente preocupado, sus demás amigos estaban algo histéricos, y sin saber qué hacer ante la tardanza de la ambulancia.


Verse desde arriba era extraño, y un poco aterrador, ¿eso quería decir que estaba muerto? Nunca pensó que fuera a acabar así. Lo que para ellos parecían horas, para el eran unos cuantos segundos, no se sentía especialmente alterado, solo estaba algo impactado.


Por un momento quiso gritarles que estaba bien, que todo iba a pasar y que no se preocuparan por él, después de todo, si así tenía que terminar su vida en la tierra, que así fuera. Y parecía que Ogiwara se dio dado cuenta de lo que estaba pasando, dejo de intentar pasarle oxígeno, y simplemente se apartó, dejando sus agotados brazos descansar, luego de intentar reanimarlo por casi 10 minutos.


—No responde, díganme la hora...—Ogiwara se pasó los dedos por las mejillas, queriendo hacerse el fuerte ante la evidente perdida del moreno.

—¡¿Por qué?! ¡Sigue intentando! —Kagami no podía permitir que la vida del moreno se escapase tan fácil, no ahora.

—¡La hora! —La fuerte voz del castaño hizo que Satsuki soltara un respingo, para dar un vistazo a su reloj. Los demás no parecían haberse dado cuenta, en estado de shock, la mayoría mirando al cuerpo inerte de su amigo. El único que reacciono fue Taiga, quien agarro del cuello de su ropa al doctor, para tirarlo aún lado.

—¡Quítate! —Y entonces, se dispuso a traer a Aomine de vuelta.

—¡Kagami! ¡déjalo ahora! ¡Ya no hay oportunidad! —Midorima fue el que hablo, con la voz algo temblorosa al final.

—¡Claro que la hay! ¡Yo no pienso rendirme! —Sigo haciendo compresiones como vio a Ogiwara, mientras ahora Momoi se había puesto a llorar a gritos.

—¡Kagami, por favor!


Algunos intentaron apartarlo de su cuerpo inerte, pero Kagami se aferró a él, mientras intentaba pasarle aire para luego intentar resucitarlo con compresiones en el pecho. Estuvo un rato así, hasta que entre Kuroko, Ogiwara y Murasakibara consiguieron quitarlo luego de varios intentos, Kagami lloraba mientras intentaba zafarse. Aomine no sabía que pensar, después de todo, ¿realmente servía de algo quedarse mirando? ¿Por qué no iba al otro lado? o ¿por qué su conciencia no desaparecía? Ya se había terminado...


¿Seguro que no quieres regresar?

¿Quién dijo eso?

Este no es tu momento, si te vas, ya no podrás volver.

¿Realmente puedo regresar?

Tu momento no ha llegado.


Y descendió a toda velocidad, como si de una estrella fugaz se tratase.


Supo que había regresado a su cuerpo al sentir la necesidad de dar una enorme bocanada de aire, intento abrir sus ojos, pero le pesaban demasiado, quería hablarle, quería decirle que él lo había traído de vuelta, que ya no tenía por qué llorar, pero a duras penas podía mantenerse respirando, su cuerpo era un desastre, y sabía que aún no había pasado lo peor.


—¡¡Esta respirando!!—El que hizo la observación fue Akashi.

—¡Daiki!—El agarre de los que apresaban a Taiga cedió, y se lanzó al lado del moreno, cayendo de rodillas, dando un suspiro de alivio.

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2023 ⏰

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The three tonalities of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora