Simply you.

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-"Juntos, por siempre."

Una lágrima había descendido por la mejilla izquierda del pelinegro, provocando que su corazón se desmorone otra vez.

Tenía una vida por delante, amigos con los cuales reír y divertirse sin parar, un oficio ejemplar al igual que sus estudios terminados satisfactoriamente. Y una pareja en la cual podía confiar siempre.

Pero, ¿que fue lo que falló?
¿Por que a él?

¿Qué había hecho tan mal aquel chico de hebras negras para merecer tanto sufrimiento?

Cada día, el joven imaginaba que aquel chico de mechón azul entraría por esa puerta con una sonrisa amplia que hacia que sus hoyuelos se les asomarán mientras que su risa escandalosa se reproducía en ese instante.
Extrañaba su mirada constante y su sonrisa brillante, echaba de menos la típica frase que siempre decía "Eres un bobo, eres mi bobo."

Cuando pensaba en eso, su corazón se oprimía al ver que su pequeña ilusión se alejaba cada vez más.

-¿Por qué a él y no a mi?

¿Qué hubiera pasado si aquel chico de mechón azul hubiera dado a luz a la pequeña que tanto esperaban?

¿Qué hubiera sucedido si el violado hubiese sido él, y no su pequeño San?

¿Por qué el menor tuvo que irse a esas horas de la noche a su trabajo?

Aquellas preguntas estaban inundando la mente del pelinegro, desquiciandolo aún más.

Había dejado de tomar las pastillas que le había recetado el psiquiatra desde que dejaron de hacer efecto.

Por lo que no tuvo otra alternativa más que recurrir a las drogas. Si, esa pequeña pastilla alterada por químicos que lo hacían navegar en un abandonado mar rosado. Siendo ese el único momento en el que lograba sentirse vivo y pleno, justo como su mayor lo hacía sentir.

Su ex prometido no lo perdonaría si viera en las condiciones en que se encontraba su lindo Woonie, era tan deprimente verlo así, bajo el efecto de las drogas.

Pero, ¿que podía hacer?

Apenas habían pasado dos años de lo ocurrido y su alma se había deteriorado como también su físico.
Estaba más delgado, por no decir que estaba sufriendo de anorexia. Su cabello estaba tan maltratado como su imagen, pero su apariencia era lo que menos le importaba.

Solamente quería ver a su Sannie.
¿Era tanto pedir?

No podía seguir con su vida, su Alma había muerto el día que vio a su novio en el suelo junto a un charco de sangre, con sus manos sosteniendo un afilado cuchillo.

Dio un último suspiro y dejó caer sus parpados suavemente para así escuchar por ultima vez aquel hermoso nombre que le había dado su madre el día de su nacimiento. Este fue pronunciado por el mayor antes de tomar el delgado cuerpo de su pareja entre sus brazos haciendo que la sudadera gris que llevaba ese día, se manchará con la sangre de su prometido y ahora difunto.

-"Woonie, cuando tengamos un bebé, quiero que sea una niña, la llamaremos Isabella y le diré Bella"

Mordió fuertemente su labio inferior provocando que la antigua cicatriz que tenia en este se volviera a abrir logrando saborear su propia sangre.

No podía, no lograba asimilar que su niño estuviera muerto.

-Muerto...

Y pensar que cuando sonreía parecía inmortal. Wooyoung deseaba conservar esa sonrisa por siempre.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2020 ⏰

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