Baekhyun abandona la residencia Park en un abrir y cerrar de ojos, y se encuentra parado en la acera de la interminable avenida de la privada en la que viven. Deja salir el aire que no sabía que había estado conteniendo, encogiéndose y abrazando sus rodillas. Los recuerdos del día anterior están aún bastante frescos en su mente, y no tarda en sentirse terriblemente abrumado por ellos. El silencio matutino es interrumpido por el tono de llamada de su móvil; se congela en su posición y lo saca del bolsillo en tiempo récord, sintiendo su corazón hundirse una vez más al comprobar el contacto en la pantalla del dispositivo.
Se debate entre contestar o ignorar la llamada, pero su corazón domina su mente y toma la decisión por su cuenta. Desliza el pulgar hacia la derecha, atendiendo y acercando el móvil a su oreja. No emite sonido alguno, esperando escuchar su voz primero.
—Baekhyun— parece acariciar su nombre.
El aludido traga saliva, y al segundo siguiente sus ojos se humedecen mientras muerde su labio inferior, tratando de no ser escuchado por el otro.
—Por favor, Baekkie... al menos escucha lo que tengo que decirte.
—Ve debajo del puente Wonhyo en una hora— se limita a decir antes de colgar. Su voz se quiebra a la mitad de la oración, pero reserva sus lágrimas para más tarde. Este no es el momento de desmoronarse.—————————————————————————————————————
El cielo estaba comenzando a nublarse, amenazando con empapar la ciudad y a los desafortunados que se abrían paso en las concurridas calles de Seúl. La primavera había traído consigo brillantes colores y hermosas vistas, a pesar de las constantes lluvias; prácticamente arrastrando los pies a lo largo del Río Han, Baekhyun no puede dejar de pensar en lo que sucederá en escasos momentos. Lejos de quedar encantado por la vegetación que empezaba a crecer en los alrededores, se siente tan ansioso y temeroso de la situación que empieza a temblar.
El sonido del Río y la fresca brisa mañanera despejan su mente lo suficiente como para tranquilizarse un poco. Saca el móvil para revisar la hora; en la pantalla dan las 10:30, lo que quiere decir que Taehyung estará ahí en cualquier momento. No hubo necesidad de acordar un punto específico; los dos saben perfectamente dónde encontrarse. Inevitablemente, Baekhyun recuerda un día en particular, cuando ambos hablaban del futuro y del amor.
—Nos casaremos— declaró Taehyung dejando asomar una sonrisa sincera y boba.
—¿Ah, sí?— contestó Baekhyun entre risas, recostado bajo la sombra de un árbol junto al río, —¿Y cómo piensas que pasará eso?— le siguió el juego.
—Vamos, Baekkie, sé que me amas— contestó presumido, jugando y riendo como un niño, recibiendo un suave golpe en la cabeza por parte del más bajo. Sin embargo prosiguió: —Tenemos que casarnos en otoño; es la mejor época del año...
—¿Bromeas? Nadie se casa en otoño.
—Creí que había quedado claro que no somos como los demás— Taehyung arqueó una ceja, posteriormente transformando su expresión a una dulce y enamorada. Baekhyun sólo rió y lo observó con atención, pidiéndole que prosiguiera —. ¿En qué estaba? Ah, sí, ya sé. Tendrás que usar un vestido, aunque definitivamente no podrá ser blanco...
—No voy a usar un vestido, es ridículo— resopló el otro con fingido enfado. Taehyung se acercó a él, lo tomó de las mejillas y le plantó un beso, provocando que Baekhyun se sonrojara a más no poder. Sabía que el mayor era un tonto, pero a sus ojos eso lo hacía increíblemente dulce y adorable.
—¿Podrías dejar de interrumpir nuestra boda? Quiero llegar a la parte de la noche de bodas antes del atardecer.
Baekhyun rompió a reír y Taehyung no tardó en unirse a él, y cuando ambos se calmaron lo suficiente, se tomaron de las manos, mirándose fijamente a los ojos y uniendo sus labios con delicadeza.—¿Baekhyun?
Su voz le cae como un balde de agua helada, tomándolo por sorpresa. Se da la vuelta lentamente con la vista pegada al suelo, escondiendo sus inquietas manos en los bolsillos de su sudadera. No quería mostrarse débil frente a él, pero lo han invadido emociones muy complejas. Se mantiene en silencio mientras intenta mentalizarse para lo que viene.
—Oh, Baekkie...— se aproxima al más bajo extendiendo los brazos, pero este da un paso atrás, evadiendo su toque.
—Sólo di lo que tengas que decir— responde cortante, con un enorme nudo en la garganta.
El otro se queda en su lugar y suspira pesadamente, devolviendo sus brazos a los costados.
—No creo que debamos hablar de esto aquí— declara Taehyung.
—No pienso ir a ningún lado contigo.
—Baekkie...
—Deja de llamarme así— la voz de Baekhyun tiembla un poco más cada vez que habla —. Si no vas a hablar ya, es mejor que me vaya.
—Espera— exclama el mayor mientras toma la mano del menor con gentileza.Baekhyun retira su mano de un tirón inmediatamente, y el corazón del hombre frente a él se rompe en pedazos al ver la expresión de disgusto que tiene en el rostro; para el más bajo se vuelve casi imposible contener las lágrimas por más tiempo.
—Vamos a sentarnos, ¿sí?— suplica Taehyung con esos ojos de cachorro que Baekhyun solía adorar con locura. No está seguro de si dejó de hacerlo.
—Bien— cede finalmente, dirigiéndose a la banca más cercana.
Ambos toman asiento manteniendo una distancia considerable, Baekhyun con la mirada clavada en el Río, y Taehyung con la suya clavada en el pequeño hombre junto a él.
Por unos segundos se queda admirando el rostro del menor, soltando después sin querer una pequeña risa.—¿Qué es tan gracioso?— espeta Baekhyun dirigiéndole una mirada asesina.
—Es sólo que— suspira con una sonrisa triste, bajando la mirada — aún recuerdo lo que hablamos aquí tiempo atrás.
Así que no soy el único, piensa el menor mientras se muerde el labio.
—Nada de eso importa ya— declara, —. Tienes todo lo que queríamos con alguien más.
—Baekhyun, escucha, yo nunca quise que nada de esto pasara— el otro se mantiene en silencio mientras lucha contra el impulso de pararse e irse, —. Esa noche cometí un error, sé que arruiné todo, pero tú estabas listo para dejarme, y tenía miedo...
—¿Estás justificando lo que hiciste?— pregunta el más bajo, apretando los puños buscando calmarse.
—No es así, yo...
—¿Crees que yo no tenía miedo de perderte?— estalla finalmente, — Tus padres jamás iban a aceptarme, y cuando intenté que arreglaras las cosas con ellos, caíste en su juego y embarazaste a la chica con la que querían casarte en primer lugar— se toma un momento para respirar y se lleva las manos a la cabeza, —. No intentes decirme que no tuvieron nada que ver en esto.—Lo sé— admite Taehyung —, y en verdad no puedes imaginarte lo mucho que lamento haber ido a esa fiesta. No hay un solo día que pase en el que no quiera regresar en el tiempo y enmendar las cosas, pero debo hacerme responsable de mis errores, y de... de mi...
—De tu familia— termina Baekhyun la oración, sintiendo cada palabra agujereando su corazón.
—Tú eras mi familia, Baekkie.
Baekhyun ríe y sacude la cabeza con cansancio.
—Todo eso quedó atrás, Tae. Esto no es algo que se pueda revertir— se pone de pie y se dispone a irse, dando por terminada la conversación.
—No voy a rendirme— afirma el mayor, tomando nuevamente su mano y sujetándola con firmeza—. No pienso perderte.—Es muy tarde— Baekhyun vuelve a liberar su mano, no sin antes notar el anillo en la mano del contrario, —. Voy a casarme, así que no me contactes más. Y lo digo en serio.
—¿Qué?— exclama el más alto con voz temblorosa, — No, esto... yo... ¿Quién? ¿Cuándo?
—Eso no es de tu incumbencia— espeta el menor dándole la espalda, —. Olvídate de todo, porque yo ya lo he hecho. No quiero verte más, ¿comprendes?
—Baekhyun, por favor...— suplica al borde de las lágrimas, destrozando el corazón del hombre frente a él.
—Ve y cuida de tu familia. Adiós, Tae.Baekhyun camina sin mirar atrás, con la cabeza gacha y las lágrimas finalmente cayendo por sus ojos. No tiene que girarse para saber que Taehyung no va tras de él.
Simplemente es algo que no puede hacer.
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Lazos • CHANBAEK
FanfictionDespués de cinco años, Chanyeol decidió que ya era tiempo de formalizar su relación con su novio, Maeda Arata. La noche en la que planea proponerle matrimonio se ve enormemente alterada por su familia, que sumado a nunca haber aprobado a Maeda, le a...