Lazos • CHANBAEK

7

—No quiere verte— declara Minseok suspirando pesadamente, —. Y se rehúsa a hablar contigo.
Chanyeol golpea su escritorio con el puño al confirmar lo que ya sospechaba. El mayor toma asiento frente a él y le entrega un estuche aterciopelado que guardaba en el bolsillo de su pantalón.
—Me pidió que te devolviera esto.
El otro lo toma apresuradamente, curioso respecto al contenido de este. Lo abre y el corazón se le hunde en el pecho al reconocer el brazalete que le había obsequiado a Maeda en su cumpleaños pasado.

—Chanyeol, déjalo ir— razona el asistente con el ceño fruncido.
El mencionado lo mira como si estuviese loco.
—No voy a perder a mi prometido.
—Él no es el único, ¿recuerdas?— Minseok sacude la cabeza, reclinándose en la silla, — Además, ¿qué piensas hacer en caso de que siquiera considere volver contigo? No puedes dejar que los Byun se enteren, si lo hacen...
—Cancelarán el trato, lo sé— se masajea las sienes. El mayor levanta las cejas probando su punto.
—No hay forma de que puedas hacerlo funcionar.
Chanyeol entonces piensa en algo descabellado, completamente extraño e incluso inmoral.
—Podría hacer que Baekhyun lo mantenga en secreto— sus ojos se abren pensando en sus siguientes palabras —, mediante un contrato.

—¿Has perdido la cabeza?— exclama Minseok escandalizado, —Le estarías dando una prueba que podrá usar en tu contra.
—No parece ser esa clase de persona— afirma el menor cruzándose de brazos, —. Y por eso es un contrato. Tengo que pensar en qué ofrecerle a cambio.
—No creo que sea buena idea.
—Minseok— lo mira a los ojos, suplicando su comprensión —, no perderé al amor de mi vida.
—Es demasiado arriesgado— resopla Minseok, poniéndose de pie y abotonando su saco —, pero sé que no podré hacerte cambiar de opinión.
Camina hacia la puerta de la oficina del menor con intención de salir.
—Hyung...— lo llama Chanyeol; el nombrado se da la vuelta y alza las cejas, — gracias.
Minseok sólo se encoge de hombros, —Lo investigaré a fondo y te avisaré si aparece algo interesante. Asegúrate de contestar mis mensajes, mocoso— sonríe y finalmente sale cerrando la puerta tras él, dando por terminada su conversación.

—Llegas temprano— se queja el señor Byun frunciendo el entrecejo, levantando la vista del periódico de esa mañana.
Baekhyun está demasiado agotado emocionalmente como para responderle algo.
¿Qué esperaba que pasara en casa de los Park? ¿Acaso sus padres habían tenido un plan en mente?
Por supuesto que sí, pensó para sí mismo sonriendo de lado.
—Cariño, ¿está todo bien?— se acerca su madre, tomando su rostro entre sus manos con delicadeza, —Te ves algo pálido.
—Estoy bien, mamá, no te preocupes— responde Baekhyun retirando las manos de su madre, —. Sólo estoy algo cansado, es todo.
Ella le sonríe y acaricia su mejilla, posteriormente dándose la vuelta y cruzando la puerta hacia el estudio.
—Estaré en mi habitación— le notifica a su padre, quien asiente y regresa su atención al periódico.

Baekhyun sube las numerosas escaleras con gran esfuerzo, pero al llegar a su habitación se apresura a cerrar la puerta y a arrojarse sobre el colchón.
Pierde la cuenta de las veces que deja salir suspiros profundos y llenos de cansancio; desea con todo su ser permanecer en aquella habitación hasta que el mundo acabe. Está a punto de echarse a llorar al recordar los acontecimientos recientes, cuando se da cuenta de algo.
No iba a dedicarle ni una sola lágrima más a Taehyung; ya le había llorado por suficiente tiempo. En cuanto a su situación actual, no le quedaba de otra mas que aceptarla si quería conservar su orgullo.

Es sacado de sus enredados pensamientos cuando el timbre de su residencia resuena por toda la casa.
Taehyung, piensa con el corazón desbocado. Esperanzado, se levanta de un salto de su cama y abre la puerta, bajando las escaleras en tiempo récord. Se detiene al pie de las mismas para observar la silueta alta y masculina del visitante, pero grande es su decepción al ver de quién se trata.
—¿Acaso no captas indirectas?— gruñe, arqueando una ceja.
—Lamento decepcionarte, ¿esperabas a alguien más?— responde Chanyeol con mofa, haciendo un movimiento de cabeza hacia las escaleras.
Baekhyun se pone rojo como un tomate y decide cambiar de tema, —¿Cómo supiste donde vivo?
—Tengo mis métodos— responde el mayor con una encantadora sonrisa.
—Ah, ¿entonces has decidido volverte un acosador?