Lazos • CHANBAEK

4

Los padres de ambos nunca regresaron. Más tarde, Chanyeol tuvo que obligar a Jongdae a confesar: su plan original había sido dejarlos solos desde el principio. Tanto él como Baekhyun estaban bastante molestos con sus respectivos progenitores, pero no había nada que pudiesen hacer ya. En vez de llorar sobre la leche derramada, pensaron que lo mejor sería sólo ir a dormir. Al fin y al cabo eran más de las diez.

—¿Y bien?— pregunta Baekhyun, parado frente a la cama de Chanyeol.

Habían subido a su habitación, y como temían que cuando regresaran las Park alguna de sus camas estuviese ocupada, Chanyeol ofreció al menor la suya.

—Puedes dormir aquí, yo dormiré en el sofá— anuncia el más alto mientras deshace el nudo de su corbata.

—¿No tienes un cuarto de huéspedes?

—No— responde mientras camina hacia el vestidor —, mi hermana y yo prácticamente vivimos en la oficina, y mi madre casi siempre está de viaje. No tenemos ni necesitamos visitas.

Baekhyun ríe mientras ve a Chanyeol buscar algo dentro de sus cajones; el comentario sólo es algo a lo que ya se ha acostumbrado.

—Ten, pruébatelo.

Se voltea en el momento justo para atrapar lo que le ha arrojado: unos pantaloncillos cortos grises de algodón y una camiseta negra.

Baekhyun extiende la ropa frente a él, examinándola de arriba a abajo, para luego dirigir su mirada a Chanyeol, arqueando una ceja.

—Probablemente te queden algo grandes.

—¿"Probablemente"?— repite Baekhyun con sorna, —Esto es gigantesco, Park.

—Lo lamento, no tengo nada más que pueda quedarte.

El menor rueda los ojos de nuevo, —Bien, da igual.

—Baekhyun.

—¿Qué?— suelta el aludido mientras desabrocha su pantalón.

—¿Acaso no te enseñaron modales?

—¿Disculpa?— detiene el movimiento de sus manos al bajar su pantalón, fulminando al otro con la mirada.

—Soy mayor que tú, creo que al menos podrías decir "gracias"— contesta el mayor mientras arroja su camisa detrás de él.

—Oh, lo lamento señor, ¿prefiere que me refiera a usted de otra manera?

—Basta.

—Me disculpo si mi forma de dirigirme a usted ha sido demasiado amigable, tal vez quiera...

—¡Cielos, Byun!— exclama exasperado, —¡Dije que...!

Se calla inmediatamente al darse cuenta de que en medio de su pequeña discusión, ambos están ahora en ropa interior. Baekhyun parece aún no notarlo, pues frunce el entrecejo.

Entonces Chanyeol puede contemplar en su totalidad el delgado y curvilíneo cuerpo del pequeño chico frente a él. Sus ojos se salen de sus órbitas cuando recorren cada milímetro de sus lechosos y rechonchos muslos, sus caderas y cintura, su redondo y lindo trasero, su abdomen plano, sus marcadas clavículas y hombros. La sangre se le va a una parte muy desafortunada, pero no puede dejar de mirarle.

—Chanyeol, ¿pasa algo...? Oh— susurra Baekhyun percatándose de la situación, finalmente posando sus ojos sobre el cuerpo semidesnudo de Chanyeol. Especialmente en la creciente erección debajo de la tela del bóxer —. Vaya, vaya. Así que no eres tan galante como aparentas.

Con cada paso que daba hacia el más alto, este daba dos hacia atrás.

El alto sabe que está mal, terriblemente mal que se excite viendo a Baekhyun, pero simplemente no puede evitar hacerlo cuando está tan expuesto. En algún lugar de su cerebro existe el deseo de tomarlo, arrojarlo a la cama y hacer de las suyas; pero su parte racional no puede hacer de lado el hecho de que Baekhyun apenas y es mayor de edad, y hay otro detalle aún más importante.