Cuarentena [BTS +18]

Capítulo 55. Distancia.

Narra Agnes.

El día que dijeron "Agnes quieres entrar a una empresa y convertirte en un ídol" deberían haberme pegado una bofetada, odio con mi vida, todo lo que estoy haciendo, hay varias cosas que me sacaban de onda, las dietas innecesarias ¿Mis brazos estaba gordo? Como era eso posible si podían agarrarlos con una mano entera, que mis piernas también eran gordos, todo gordo, ya quisieran ellos tener algo gordo.

Ese mundo no era para mí, estaba completamente segura, no puedo pasar 20 horas entrenando, y dormir solo 30 minutos, ni mi siestas son tan cortas.

— Agnes querida ¿Que paso? — sonrio G-Dragon al verme entrar.

— Renunció, no quiero ser un ídolo, puedo hacer un par de secciones fotografías y bailar como respaldo, incluso ayudar en otra cosa pero olvidate. — me cruce de brazos.

— Demasiada información ¿Que paso? —

— Primero soy un puto ser humano, estoy en contra de su forma de "Entrenar" si eso puede llamarse así, no pienso competir con mis compañeros por un estupido puesto, odio sus dietas sin sentido, gordo tengo el culo, y así me encanta, me están volviendo loca, si esto es ser un ídolo, pues meterselo bien pero el agujero del ano. —

Que me contradigo y prometo saltarle a la yugular, terminaré presa pero este hermoso bombón volverá a la fábrica de chocolates.

— Tranquila, parece que comenzarás a escupir saliva por todos lados, entiendo también odie el entrenamiento, se que nuestra empresa es exigente... — lo fulmine con la mirada —... bueno, si son una mierda, no voy a negarlo somos como sus pequeños muñecos, y después de tener suficiente fama digamos que puedes elegir, entiendo te sacaré del entrenamiento, me gustaría que trabajarás para mi, como actriz y modelo, es un ámbito más abierto de mente y creo que con tu carácte tan pacifico encajaras bien — sonrio.

— Gracias, y perdón por haberte asesina unas ochocientas veces en mi mente. — hice una pequeña mueca.

— No hay de que, ahora dime ¿Tienes hambre no? —.

— Tanto que me comería una mesa. —

— Vamos te invito a comer, pero no me pegues, ni me grites soy un hombre muy sensible. — dijo con tristeza.

— Vamos, pero primero ¿Iremos solos? —

— Si ¿Por? ¿Acaso no te gusta estar conmigo? —

— No es eso, pero si iba Seungri no iba, lo siento pero me cae más que mal. —

— Es un estupido, y nada solo quería decir eso. —

Le sonreí completamente de acuerdo con el, me ofreció su brazo y con gusto acepté, quería comerme la vida entera.

Un problema menos de encima, ahora tendría más tiempo para mi, y podía amar lo que hacia, ni bien llegué a casa me tiré en la cama, estaba agotada, enojarse cansa. No quería revisar el celular, los chicos habían tardado una semana en acomodarse en su nuevo hogar, habíamos hablando tan poco que los extrañaba, me había olvidado lo solo que estaba.
Realmente desea poder ir a verlos y descansar en los brazos de ellos, soy feliz con cualquiera, me gustaría poder dormir con Yoongi, o que Hoseok me hiciera mismos, que Tae me hiciera reír y Jeon me besara, masajes de Jimin, que NamJoon me malcriara y que Jin me cocinará, maldigo el día a que me acostumbre a estar con ellos, tendría que aprender a hacer todo eso por mi cuenta, estar sola apesta.

Narra Taehyung.

¿Que clase de invento diabólico eran las mudanzas? Al principio parecían divertidas pero cajas, más cajas, toneladas de ropa, limpiar, ordenar, descansar, comer, todo en ese orden o a veces todo junto.