DEMON | Jasper Hale

Cap 11. GESTURE.

DEMON| CAPÍTULO ONCE

Detalles

Cuando era más joven, mucho más joven que hoy
Nunca necesité la ayuda de nadie de ninguna manera. Pero ahora que esos días se han ido, no estoy tan seguro de mi mismo.
Ahora me doy cuenta que me has hecho cambiar de opinión.— The Beatles; Help!

— Hermano.— Emmett se alejó de su esposa para erguirse en su asiento y levantarse. Christopher y el vampiro chocaron sus manos.— ¡Estas vivo! 

— Nos diste un buen susto.— Christopher sonrió a Edward y tomó asiento a su lado, chocando sus puños en el proceso. 

— Ya quisiera deshacerse de mí tan fácil.— Bromeó señalando con la cabeza a la pelirroja, quien rodó los ojos y chocó las manos con Shawn en forma de saludo. Rosalie besó su mejilla y Alice la abrazó, alagando su elección de vestuario.— Estoy seguro que manipuló la camioneta de Tyler para que me haga puré. 

— Ya quisiera.— Contestó la pelirroja en un gruñido escuchado por todos. Los Cullen rieron. 

— Vamos, suban a los autobuses.— Se escuchó el grito del maestro desde fuera.— ¿Qué es verde? ¡Es bueno! Muy bien. 

— Me pregunto de que nos sirve ir a una excursión a la Tierra del Abono.— Se quejó la rubia. 

— ¿Ya han ido?— Preguntó Demon tomando asiento en el único lugar libre cerca de ellos, junto a Jasper. 

— Vamos todos los años.— Aclaró el vampiro con una sonrisa. 

— Y siempre es lo mismo.— Continuó el pelinegro a un lado de Alice. La vampiresa se recostó en su cuerpo. 

— Es un lugar horrible.— Siguió quejándose la Hale. Demon encarnó una ceja. 

— ¿Qué pasa Rubia, te molesta la tierra?— Se burló, haciendo que los demás rieran, con excepción de Edward, Emmett y Christopher, quienes estaban enfrascados en su propia conversación. Rosalie iba a contestar cuando el maestro responsable entró al autobús indicando que tomaran asiento correctamente para poder avanzar hacia el invernadero.

— Buenos días, Demon.— Susurró Jasper por encima de la voz del profesor, quien continuaba retando a algunos alumnos por su comportamiento. 

— Hola, Jazz.— Susurró de vuelta. 

— ¿Jazz? Te creí más imaginativa pelirroja.— Se mofó de su poco creativo apodo. Demon fingió indignarse. 

— Cámbiate el nombre y luego me llamas.—El vampiro rió ante el tono de reproche de la joven y la observó con una sonrisa. 

— No es como que se pueda hacer mucho con Demon.— Contraatacó él. La nombrada se encogió de hombros. 

— Christopher suele llamarme Damm. 

— Pelirroja, o Roja, suena mejor.— Demon lo observó con una mueca incrédula.

— Y luego yo soy la poco original.