DEMON | Jasper Hale

Cap 3. AS YOUNG.

DEMON| CAPÍTULO TRES

Como jóvenes

¿Te llamé la atención? Parece que has perdido el aliento. Porque estuve aquí una vez o dos no te preocupes por las miradas.— Sabrina Carpenter; Looking at me.ri

Christopher sacó su brazo por la ventanilla y golpeó al compás de las rápidas estrofas de Bohemian Rhapsodi el techo del automóvil rojo. El Toyota aceleraba ferviente por la carretera de Forks en dirección a la Secundaria Forks, Demon condujo con rapidez hacia el establecimiento mientras pispeaba la hora de vez en cuando en su reloj de muñeca, estaban llegando tarde. 

— Mierda, hace cuanto que no piso una secundaria.— Cristopher lanzó una mirada hacia el gentío en el estacionamiento y con una molesta mirada por todo la atención que habían provocado al entrar al lugar con la música a todo volumen, apagó la radio. — Terminemos con esto. 

Los estudiantes de la preparatoria Forks, absolutamente todos, colocaron la atención en el nuevo vehículo nunca antes visto en todos los años anteriores. El Toyota Camry rojo se detuvo aún lado de una hilera de autos  que quedaron opacados ante la nueva tecnología del actualizado modelo. Muchos de ellos se aglomeraron a los lados del auto, en espera de que los jóvenes abandonaran al vehículo. Demon lanzó una mirada molesta por sobre el vidrio y aceptó la mochila que su compañero le entregaba, dio una última calada a su cigarrillo y suspiró.

— No me pagan lo suficiente. 

Las dos primeras puertas del vehículo se abrieron y la persona en el asiento del copiloto fue el primero en abandonar el automóvil. Christopher alzó una ceja ante la cantidad de miradas que habían atraído, haciendo que muchos giraran su vista hacia otros lados. Incluso, desde su lugar, Demon pudo escuchar los suspiros enamoradizos de las jóvenes a quienes Christopher miraba. 

Demon finalmente abandonó el Toyota y sacó una pierna fuera del auto. 

Lo primero que los ojos de los estudiantes pudieron notar, fueron las botas de tacón rojo hasta las rodillas, luego unas largar piernas desnudas hasta finalizar en un corto pantalón negro. La vestimenta de la chica continuaba en una camisa roja como la sangre y  finalizaba con una campera de cuero negro. Sin embargo, lo que más llamó la atención del poblado estudiantil no fue el exquisito gusto en moda, ni los vibrantes labios gruesos pintados por un despampanante color rojo, sino que fue el cabello que la chica portaba.  

Más de un persona se preguntó si aquel bellísimo cabello era natural, y si no lo era, daba una gran impresión de que sí lo era. La pelirroja poseía una gran melena muy voluminosa decorado con unos rizos largos hasta la cintura y bien formados, el color de su cabello, rojo como las rosas, contrastaban perfectamente con lo blanquecina de su piel y lo verde esmeralda de sus ojos. 

— Ya déjate de juegos.— Susurró el pelirrojo pasando un brazo por los hombros de la muchacha y cerrando la puerta del automóvil. Demon sonrió como si no supiera que la mitad del poblado estudiantil babeaba por ella, Christopher pellizcó suavemente su brazo, a lo que Demon rodó sus ojos. 

No era su culpa ser endemoniadamente preciosa. En todo lo literal de la frase. 

— Bien, vamos.— Accedió luego de pisar la colilla de su cigarrillo, apagándolo. 

Caminaron hasta dentro del establecimiento con todas las miradas puestas en ellos, Demon sonrió hacia un grupo de muchachos y con el brazo de Christopher en sus hombros, y el suyo en su espalda, Demon y Christopher irrumpieron en la secretaría del lugar, donde el mismísimo director del establecimiento les entregó sus horarios y números de casilleros.