Chapter 1

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—¡¿Qué no puedes entender?! No soy de nadie. No soy un objeto, soy una persona.

Así empieza mi día, discutiendo con mi novio, porque cree que tiene derecho a elegir mis amistades.

Es lunes por la mañana, y no estoy de buen humor -a decir verdad nunca lo estoy, ¿Quién está de buen humor a la mañana?-, pero esto se debe a que todos los días, desde ya muy temprano, tengo discusiones con Blake, mi novio.

—Aaron, ¿me estás escuchando?

—Ehh sí, ¿Qué decías?

—Estoy cansado de que haya tanta gente a tu alrededor, siempre merodeando a tu alrededor y creyendo que tienen derecho de acercarse a ti, ¡¿No puedes conformarte solo conmigo y Abby?!

Abby mi mejor amiga desde siempre. Nos conocimos en el jardín de infantes y a partir de ahí, nunca nos hemos separado. A ella le cuento absolutamente todo, desde cuantas veces voy al baño, hasta que almorcé.

—¡¿Crees que tienes derecho a elegir sobre mí o sobre mis amistades?! ¡¿Crees que puedes controlarme?!

—Ya he sido lastimado una vez, no querría que eso volviese a suceder. Comprende que solo quiero tener la seguridad de que vamos a seguir juntos y que nadie se interpondrá entre nosotros.

—Está bien— dije dándole la razón, solo para no alterarme más de lo necesario.

—Por cierto, olvidé decirte que luego del partido del fin de semana, con los chicos saldremos a un bar— a decir verdad, no me gusta cuando Blake sale con sus amigos, ya que siempre regresa con una borrachera terrible y es a mí a quien le toca cuidarlo, porque su familia siempre se encuentra trabajando y no está para atenderlo.

—Está bien, yo estaré con el grupo de apoyo— asisto a este grupo desde ya dos años, es algo que me ayuda a mantenerme estable.

—Cuídate, y que no se te acerquen más de lo necesario.

—Okay, nos vemos en la escuela.

—Chau.

Corté la llamada y terminé de desayunar. Luego, partí rumbo a la escuela. Al llegar, me di cuenta que era muy temprano, por lo que me puse a escuchar música y escribir. No solía hacerlo mucho, ya que Blake me decía que era una perdida de tiempo y no tenía sentido hacerlo si no se lo iba a enseñar, yo no se lo muestro porque siento que es algo muy importante y privado.

Al cabo de un rato llega Blake y me saluda:

—Hola amor, ¿Que hacés?— me dió un corto y casto beso de forma de saludo.

—Hola, nada, solo escribo.

—Te he dicho mil veces que no me ocultes las cosas, ¿Por qué te niegas tanto a enseñarme lo que escribes?

—Es que es algo...— no me dio tiempo de terminar la frase, que ya me había arrebatado en papel de las manos— Por favor, no lo leas, es muy privado para mi— no me escuchó y aún así lo leyó.

02 de septiembre de 2019

Querida madre:
Te extraño mucho y me haces mucha falta. Me gustaría que estuvieses aquí a mi lado y pudieses leer esta carta (aunque si estuvieras de seguro no la escribiría).
Te fuiste hace ya dos años y tu perdida se siente muy reciente, no puedo creer que ya no habites entre nosotros.
Sé que no siempre te decía un te quiero, pero en verdad lo hacía, te amaba, lo sigo haciendo ¿cómo no hacerlo, si fuiste la persona más importante en mi vida?
Eras una persona llena de alegría, humildad y siempre tenías una sonrisa dibujada en tu rostro, a pesar de las circunstancias.
Mamá deberás me encantaría que estés aquí y veas como ha crecido Tifanny, y si debo decirte la verdad, todavía tengo esperanzas de que alguien venga y me diga que todo esto es solo una broma de mal gusto, que es tan solo una mentira, dicen que la esperanza es lo último que se pierde ¿no?

Nostri InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora