Chapter 9

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Seguí a Isaac a través de la sala, para luego subir las escaleras detrás de él. Al final de ésta, se encontraba un amplio pasillo con varias puertas a sus lados.

Isaac se dirige hacia la primera puerta de la izquierda y yo, como en el resto del recorrido, lo sigo.

-Puede pasar ceniciento- dice, mientras hace una reverencia y abre la puerta.

-¿Y como que porqué quieres que pase?- digo algo incomodo.

-Si tú quieres cambiarte y que Megan se calme, pasa. Si quieres quedarte así, todo cochino y que Megan se enoje, pues quédate ahí no mas- hace un gesto con su mano restándole importancia y entra al cuarto.

-Está bien- digo bufando.

Ingreso y veo a Isaac buscar algo en el armario. Me quedo parado en medio de la habitación, jugando con mis dedos con nerviosismo y mirando hacia todos lados.

Su habitación era básica, normal, pero linda. Las paredes eran de un azul claro, que hacían juego no solo con las cortinas, sino también con los almohadones que estaban sobre la cama. Había una mesita de luz al lado de la cama y un escritorio frente a ésta. El armario, donde Isaac se encontraba revolviendo, y una puerta que debía dar al baño.

Una mano pasa repetidas veces delante de mi rostro, por lo que supongo, Isaac había encontrado lo que tanto buscaba en el armario.

-¿Te habíamos perdido de vuelta?- dice divertido.

-Eh no, solo estaba sorprendido de que esté todo tan ordenado.

-¿Y eso por qué? ¿Acaso parezco un tipo desordenado?

-No sé si desordenado, pero luces como si nada te importará y pensé que tu cuarto estaría descuidado.

-Pues no, de hecho me gusta el orden- asiento con mi cabeza, porque es lo único que se me ocurre como respuesta.

-Okay, menos charla y más cambiarse, que tengo hambre.

-Oh sí, no se me olvidan las incontables veces que sonó tu estómago hoy- se burla.

-Ja Ja muy gracioso- digo y le saco la lengua.

-Eres todo un niño, ceniciento- dice y revuelve mi cabello. Inevitablemente me sonroje y él se ríe- me he ganado otro sonrojo de tu parte, tan dulce.

-Es que tú sigues diciendo esas cosas y burlandote, ¿Qué esperas que haga?

-Por el momento, nada.- Me mira y sonríe- Vamos, ve ha cambiarte- asiento y él me pasa una remera y un pantalón.

Se acerca a la cama y comienza a quitarse la remera.

-Eh, ¿Disculpa?¿Qué creés que haces?- digo desconcertado.

-Me cambio- dice de forma obvia.

-Pero, ¿Por qué aquí?¿No puedes esperar a qué me vaya o no te vea al menos?

-¿Por qué? Porque éste es mi cuarto, y lo hago ahora porque sí. Que sabía yo que te iba a molestar... O acaso, ¿te incómoda?

-Es que estás como muy expuesto.

-Y te incómoda verme así- ya no había rastro interrogativo en su tono de voz, él estaba muy seguro de lo que decía.

Mi nerviosismo aumentó de forma drástica al verlo acercarse hacia mí. Hice lo primero que se me ocurrió, por supuesto, y retrocedí.

-¿Por qué te alejas? No hago nada malo, ¿o sí?

-¿Cómo que por qué? Estás caminando hacia mí, mirándome de una forma realmente extraña y no estaría sabiendo como describirla. Así que no digas qué no haces nada, cuando sí lo haces.

Nostri InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora