Aquí estábamos, barriendo hasta el último rincón, dejando el lugar brillante e impecable. Ok, no.
Hace ya tres días, Isaac y yo debíamos quedarnos después de clase y limpiar diversos salones. ¿Por qué? Este era nuestro castigo, por una semana debemos limpiar salones.
Ya estoy cansado y con hambre, son cerca de las 15:45 y desde el almuerzo no he comido nada.
-Basta de tus pucheros hambrientos- dice Isaac, sacándome de mis pensamientos- toma, come esto- me pasa un alfajor y sonrió.
-Gracias, en serio, gracias- digo, tomando el alfajor y proseguir a abrirlo, para darle un mordisco.
-Si, no agradezcas mucho- dice restándole importancia- acabo de encontrarlo en uno de los bancos- sonríe y ruedo los ojos.
Da la vuelta para seguir limpiando y en eso mi celular comienza a sonar. Lo saco del bolsillo del pantalón y contesto.
-¿Hola?- pregunto, al no ver quién era que estaba llamando.
-Hola,- es Blake, ¿será que se me olvido algo?- ¿Dónde estás? Te estoy esperando. Quedamos de ir a salir hoy, ¿lo olvidaste, no? - mierda, sí lo había hecho.
-Estoy en el colegio, me castigaron y debo limpiar los salones. Lo siento, olvidé decirte lo del castigo- rasqué mi mejilla nervioso- ¿Puedes esperarme a que termine y vamos más tarde?
-No, ya dejalo- me siento confundido.
-¿Qué? ¿Por qué? Queda solo este salón y ya podremos irnos, solo espera ¿Si?- insisto.
-Que no, ya está- hace una pausa y prosigue- ¿Y qué es eso de "podremos irnos"? ¿Estás con alguien más?
-Bueno, sí. Resulta que no fui el único castigado- miro hacía Isaac, que se encontraba de espaldas intentando descifrar como funcionaba la escoba.
-¿Cómo dices?- en su voz se oye un poco de enojo.
-Que no estoy solo, nos castigaron a ambos y ahora tenemos que limpiar- dije, aclarando la situación.
-¿Con quién estás?- interroga.
-Estoy con Isaac- al escucharme éste se da la vuelta y eleva una ceja de forma interrogativa, a lo que niego con la cabeza para darle a entender que no era nada.
-¿Y quién carajos se supone que es Isaac?- dice y ahora si suena enojado.
-Un alumno nuevo, eso no importa. ¿Puedes esperarme o no?- vuelvo a insistir.
-No, ya está. Sigue limpiando con el nuevito, otro día será- continua con su tono enojado.
-Blake, por favor, no te enojes. No fue mi cumpla quedarme dormido y que me castiguen por eso- pienso en lo que dije y añado- Bueno, si es mi culpa por llegar tarde, pero entiende que no lo hice apropósito, yo solo...- me callo al oír la risa de Isaac a mis espaldas, volteo y entrecierro los ojos.
-Aaron, ya- la voz de Blake me trae de nuevo a nuestra conversación- Solo déjalo, adiós- y con eso, cortó.
Me quedó unos momentos estático, para después guardar el teléfono de nuevo en mi bolsillo.
Miro el alfajor que aún tenía en mi mano y hago una mueca de desagrado, se me había ido el apetito. Lo dejo sobre el escritorio y voy por la otra escoba.
-Hey, ¿Qué pasa? ¿Al ceniciento no le gustan los alfajores? - dice Isaac y ruedo los ojos.
-Ya deja el apodo- sonríe y niega con la cabeza.
-No, de hecho te queda muy bien- elevo ceja de manera interrogante.
-¿Ah, si? ¿Por qué? - pregunto algo ofendido, pero quería saber sus razones.
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Nostri Infinito
Teen FictionSi se tiene un pasado complicado, triste e incluso que ha dejado marcas, ¿Cómo se puede seguir adelante? ¿Cómo se puede confiar en alguien? Aaron, a pesar de lo que ha vivido y sufrido, encontró a quien amar y con quien sentirse estable y conforme...