↻schizophrenia↻woosan.

↻4.

↻

Una semana había pasado desde que Wooyoung entró al internado.
Se había vuelto raramente más cercano a Changbin, aunque sus amigos seguían pidiendo que se aleje de él. Aún no le dedicaba frases tan largas, pero él chico hacía todo lo posible por ganarse la total amistad de wooyoung, porque era alguien que le caía realmente bien.

La rutina de wooyoung era simple allí dentro, se levantaba, lo llevaban al comedor, desayunaba y luego tomaba unas pastillas. Luego de tomar esas pastillas tenía claro que no vería a San ni a sus amigos por unos minutos, no sabía el porqué pero era lo único que no le gustaba de aquellas pastillas.
Luego del desayuno todo era paz, podías hacer lo que querías pero si te alterabas te llevaban a tu habitación.

Una vez caía la noche, cenabas y volvías a tomar tus pastillas, regresabas a tu habitación y dormías.

Pero wooyoung no dormía, él hablaba con San y sus amigos.
Cada noche se planteaba la misma pregunta acerca de San a pesar de que tenía sus sentimientos un poco claros, pero tenía miedo de que su amigo lo rechace; él no era suficiente, San se merecía a alguien mejor, alguien como Yunho.

¿Por qué comenzó todo aquello? una pregunta más se sumó a sus pensamientos. Ya sabía la respuesta, pero nunca estaba de más recordar aquellas veces donde San secaba sus lágrimas, donde le daba todo su apoyo, donde era su único sostén. San era su todo, esa era la única respuesta a todas las preguntas. ¿Pero él era todo para San?

- San... -susurró. Estaba acostado en su cama al igual que su amigo- ¿soy tu todo? -pregunto dudoso.

- Si. -respondió simple y frío, cosa que al más chico le dolió.

- ¿y me quieres?

- Te quiero.

- ¿tanto como yo a ti?

- Tanto como tu a mi.

Un suspiro triste escapó de sus labios ¿que le pasaba? San nunca era así, siempre le respondía con ternura ¿y si estaba leyendo sus pensamientos? ¿y si había descubierto que le gustaba? No. Imposible. San no podía saberlo.

- San... ¿estas bien?

- Si Wooyoung.

Nuevamente, frío. No le gustaba aquella forma de tratarlo, quería volver a escuchar su apodo.

- ¿sucede algo?

- No le respondiste a Changbin cuando te preguntó quién era San.

- Lo siento... -fueron sus únicas palabras.

Se había dado cuenta, y se lamentaba, es que ni el mismo sabía quién era San. Si, era su amigo, pero en ese momento solo pensó en sus sentimientos, wooyoung tenía un solo cometido y era averiguar si San tenía los mismos sentimientos que él.

- No estaba prestando atención cuando me lo preguntó. -mintió.

De todas formas San asintio y se acercó un poco más a su cuerpo para poder abrazarlo y así lograr que wooyoung se durmiera.

Y lo hizo, durmió, pero no tan bien como esperaba.

El frío recorrió todo su cuerpo y el solo pudo abrazarse a sí mismo. Estaba en un lugar totalmente oscuro, pero en ningún momento tuvo miedo.

Una voz se escucho en todo el lugar, una voz terrorífica y escalofriante, que respetia una y otra vez las mismas palabras.

- Debes huir... tienes que huir... huye...

Wooyoung miraba hacia todos lados, intentando encontrar al dueño de aquella horrible voz. Sus amigos se hicieron presentes, pero todos tenían un aura oscura y espeluznante, no podía creer que incluso sus buenos amigos estaban ahí.

- Huye... se libre... escapa.

Susurró Yunho, con una voz que para wooyoung era irreconocible.

Comenzó a correr en dirección a ellos, intentando alcanzarlos pero sus amigos se alejaban cada vez más.

Abrió sus ojos y con rapidez se sentó en la cama, San no estaba a su lado, no sabía que hora era, pero sintió un vacío enorme al no verlo allí.

La puerta de su habitación se abrió, dejando ver a una de los enfermeros, el cual le dijo que debía levantarse ya, eran las ocho de la mañana.

Y así lo hizo, se levantó, hizo sus necesidades y salió. Se sentía solo, sus amigos no estaban, solo podía oír las mismas voces que habían aparecido en sus sueños y wooyoung no se podía controlar, tenía que hacerlo, tenía que escapar.

- Si escapas podremos estar juntos. -la voz de San se hizo presente, pero su cuerpo no estaba allí.

Wooyoung cubrió sus oídos y frunció su ceño, miraba hacia todos lados y por más que sus oídos estuvieran cubiertos las voces seguían.
Se acercaba cada vez más y más al comedor y en la puerta del mismo pudo visualizar a Changbin, quien apenas lo vio corrió hacia él y lo saludo.

- Buen día, Woo. ¿Que tal? -paso uno de sus brazos por sus hombros y wooyoung formó una mueca con sus labios al darse cuenta de esta acción.

- Estoy... bien. -respondió en un susurro.

Los dos se adentraron al comedor, se sentaron y esperaron su desayuno.
Las voces seguían calando cada parte de wooyoung y el cerraba sus ojos con fuerza, mientras Changbin lo miraba preocupado.

- ¿estas seguro de que estas bien? -wooyoung asintió.

Por supuesto que lo estaba, ya había pasado por una situación similar, donde oía muchísimas voces repetir una misma palabra, pero en ese momento no podía controlarse, no podía lograr que se vayan.

Una vez que el desayuno estuvo puesto frente a sus ojos, comieron, sin muchas ganas pero lo hicieron.

- Sal de ahí... -la voz de San volvió a hacerse presente.

Wooyoung se preguntaba, que carajos le pasaba a su amigo, a la persona que le gustaba. ¿Su actitud fría tenía algo que ver con esto? ¿Hizo algo mal para que se comportará igual que los otros? ¿Sus sueños le estaban dando una señal? Miles de preguntas pasaron por su cabeza, y se harto.

Se levantó de su lugar y salió del comedor, comenzó a correr por los pasillos buscando la puerta principal, y cuando la encontró su vista se oscureció, nuevamente.

- Te tengo, maldito escurridizo. -fue lo último que escucho wooyoung antes de sumirse en la oscuridad por completo.

↻