Unreal + kth ✔️

cuatro

      Sehee recuerda a alguien, alguien con quien jugó felizmente allí hacía mucho tiempo. Tiene imágenes borrosas, pero puede recordar el cabello chillón que tanto le gustaba ahora. 

Caminó a la par de su mejor amigo, quién expresaba una sonrisa amplia en su rostro, animado por estar allí finalmente. Ambos podían ver qué habían muchas personas, a pesar que no demoraba en caer el atardecer. 

Habían cosas diferentes, Sehee podía decir con base en sus recuerdos. No recordaba que hubiera un muelle en el pasado, tal como ahora había uno y donde muchas personas estaban ahí y se lanzaban hacia el lago. Tampoco recordaba que la gente se metiera a nadar allí en el pasado. También notó que ya no habían patos y eso le entristeció, aunque no por mucho cuando Yoongi le tomó del hombro, observándole.

—¿Estás nerviosa? 

Sehee negó. No tenía nervios. —No.

—¿Entonces nos podremos meter un rato? 

—Pero no sé nadar. Me podría ahogar. 

—Oh, cierto… entonces...—Yoongi dudó.

—Ve tú, yo te esperaré a pie del muelle, mojando mis pies al menos, sino dirás que realmente le tengo miedo al agua ¿Verdad?

Yoongi sonrió, casi riéndose porque Sehee tenía razón. Entonces, él aprovechó a tirar de la camiseta de Sehee, desde el cuello hacia abajo, para notar que ella traía ropa de baño. Al menos con eso Yoongi podía deducir que ella sí habría querido meterse. Podrían meterse por la orilla, pero si nadie se metía por ahí, por algo debía ser. 

Sehee no dijo nada con el gesto que hizo Yoongi sobre ella, es más solo siguió caminando. 

—Ve a sentarte en el muelle. Iré a comprarte algo de beber ¿Si? 

Sehee asintió. Tenía sed.

—¡Ah! ¿Dónde?— Sehee recordó. Yoongi le señaló un puesto a unos cuántos pasos, pues siempre ambos tenían que saber dónde estaba el otro, ya que podía uno extraviarse y causar problemas, evidentemente. Al estar en otro pueblo ya era de por sí complicado. Más que todo, Sehee  lo hacía por si Yoongi demoraba, ella ya sabría dónde buscarlo.—¿Me puedes comprar un helado de chocochips?

Yoongi rodó los ojos, pero no dijo nada y solo andó. Sehee caminó tranquila hacia el muelle, escuchando risas por doquier.  Sehee notó que no podía dar con el frente del muelle, pues había mucha gente, así que dejó caer su mochila a un lado cuando encontró un lugar, alejado de aquellos jóvenes. Se encontraba en el medio y mirando para el lado derecho. Si solo giraba el rostro a la derecha podría notar a Yoongi formando la fila en la tienda. Le sonrió a la distancia, aunque él no podría verle. 

Se sacó las sandalias que había traído, y quedó totalmente descalza para meter sus pies al agua. El agua apenas cubría la mitad de sus pies en ese lugar. 

De repente, sintió que alguien se le colocó al lado. Sehee alzó la vista, cubriéndose un poco, pues el sol estaba de ese lado. Sintió casi su corazón latir ferozmente de inmediato cuando reconoció esa cara aniñada y cabeza de color chillón, parado a su costado y mirándole directamente.

—Has vuelto, Sehee…

Entonces dentro de su cabeza vuelve a escuchar ese susurro. Esta vez lo atrapa, atrapa su nombre.

—¿Taehyung?