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¡Holaaaaaaaa, por fin, febrero! Se tenía que decir, y se dijo. Olímpicos de mi sabiduría. ¿Como han estado? Yo he estado bien, bueno, mejor que últimamente, aunque con más trabajo que nunca, pero eso no me impide estar con ustedes en una nueva reseña y LC.
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El día de hoy, iniciaré nuestro calendario de reseñas del mes con la reseña olímpica de un libro al que le realizamos una Lectura conjunta y el cuál me gustó mucho. Amé como Jess GR plasmó esas sensaciones que, a medida que iba leyendo, me hacían sentir en una montaña rusa. Soy fanática de ese tipo de libros. Amo que un libro te atrape tanto que al final, parezca que el libro te leyó a ti y no tú a él. Ese sentmiento de que devoraste el libro rapidamente y te dejó momentos y frases lindas. Que el tiempo invertido en leerlo, fue valioso y muy productivo y al llegar a su final, no querías dejarlo marchar.
Primero que nada, le doy gracias nuevamente en mi nombre y en nombre de «El Olimpo Entre Libros» a nuestra querida Jess, por dejarnos leer este libro como parte de una LC, por permitirme el honor de reseñarlo y poder ver todo lo que ha avanzado en su camino como escritora. No se imaginan lo grato que es para el equipo cuando, un autor o una editorial pide una reseña o lectura conjunta, en base a todo el trabajo y esfuerzo que hemos venido realizando.
Cada vez que llegan a nosotros autores con pedidos de uno u otro, en lo personal me llena de alegría, ya que siento que el esfuerzo en conjunto de las diosas y ahora semidiosas, junto a los fans, ha contribuido para hacer algo genial.
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