𝐃𝐢𝐯𝐢𝐧𝐞 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧 |Bellamy Blake【１】

♛ ♚ 18: Bellamy Blake ♚ ♛

-Miller me dijo que querías hablar conmigo.- lo mire esperando a que hablara y cerré la tienda.

-Si, ¿Cómo sigue Finn?

-Esta mejor.- se alejó de el escritorio y empezó a caminar por el lugar. -Solo dime de que quieres hablar.

Ya se de que íbamos a hablar. Pero no me gustaban los rodeos.

-¿Significó algo para ti?- se paró enfrente de mi. -¿Nuestro beso, significó algo para ti?

¿Si? ¿No? ¿Me vería como una tonta si decía que si? Digo, el tiene a otras chicas con las que hacer esto. ¿Para que preguntarme?

-¿Importa?- agachó la mirada pero la regreso a mis ojos de inmediato.

-No se que es lo que está pensado, pero me importas.- su voz era grave. -Y puede que este mal, que me equivoque. Pero solo quiero que me digas. ¿Significó algo?

Era como si las palabras no me salieran. Como si me tomara años analizar lo que iba a decir. Quería apartar mi mirada de la de él pero no podía, era como si me tuviera atada a mirarlo hasta que le diera una respuesta.

-No lo se.- admití.

Mi mente todavía seguía confundida. El mismo admitió que yo le importaba. Pero no comprendía como es que todos estos sentimientos empezaban a salirnos.

-Pero yo también me preocupo por ti, Bell.

Me miro como si eso fuera lo que él quería escuchar. Unió nuestros labios lentamente, los movíamos a la par. Disfrutamos de el tacto. El beso se intensificó al punto en el que el aire nos hacía falta, pero no nos separamos.

El se quitó su chaqueta y después se deshizo de la mía. Sus manos bajaron a cintura y las mías se posaron en su nuca atrayéndolo a mi ya que la diferencia de estatura era mucha. Nuestros cuerpos se juntaron, su pecho tocando el mío.

Me cargo, tomándome por los muslos hasta dejarme con delicadeza en su cama. Quito su camisa dejándome admirar su abdomen marcado. Yo me quité mi blusa quedando en mi sostén negro. Me miro unos segundos antes de ponerse encima de mi y besarme nuevamente.

-¿Estas segura?- susurró en mi oído, no podía contestar así que asentí.

Se desabrochó sus pantalones dejándolos en el suelo. Entonces lo aparte.

Hice que se sentara en la orilla de la cama, y me senté en su regazo poniendo mis piernas a sus lados. Sentí un bulto en sus bóxers y solté un gemido bajo.

Era como si en ese momento no fuera yo, y todos mis deseos por él tomaran el control de mi. Me empecé a mover en el. Vi como se mordía el labio intentado no soltar un gemido. Entonces lo bese, el introdujo su lengua y le di acceso inmediato.

Me movió volviendo a ponerme abajo de el. Ya no estábamos en la orilla de la cama, sino en el centro. Me desabroche mi pantalón y con su ayuda me lo quité. Otra prenda más al suelo.

Nos acariciábamos, descubriendo el cuerpo uno del otro. Sus toques me hacían querer más. Llevo su boca a mi cuello, donde planto cálidos besos. Fue como un instinto cuando levante mi espalda de la cama ante su toque.

Me saque las bragas, no sabía que llegaríamos a esto, pero la verdad era que no me arrepentía. Al menos no ahora.

El llevó sus manos a sus bóxers y se deshizo de ellos. Volvió a besarme, me gustaba como se sentía nuestros labios juntos. Pegó más nuestros cuerpos, sentía su pecho nuevamente pegado a mi. Y me deje llevar.

Abrí mis piernas dándole acceso. Lo sentí entrar con delicadeza. Mordí mi labio, dolía. Obviamente lo haría, era mi primera vez. Pero no duró, porque empecé a sentir el placer combinado con dolor. Pero me gustaba. Pase mis manos por su espalda pegándolo más a mi mientras el besaba mi cuello bajando a mis clavículas.