Habían arruinado sin querer la propuesta de matrimonio de Vegetta y ahora debían arreglar ese desastre, ojalá supieran por dónde empezar. Todos se reunieron en casa de Auron para pensar en un plan, tenían que ser lo suficientemente creativos para llenar las expectativas de Vegetta y así no ser asesinados por el mayor. También tendrían que ser sigilosos para que los otros dos no se enteraran de nada. Al menos el anillo estaba de su lado, Vegetta seguramente lo estaría buscando y eso les daría algo de tiempo.
Efectivamente al día siguiente Vegetta regresó al restaurante a buscar aquella joya. La noche anterior cuando llegó a su casa se percató de que el anillo no estaba más con él. El día no podía haber terminado peor, se tiró en su cama y sólo esperó que su mala suerte no continuara impidiendo su felicidad. Pero al parecer estaba más salado que todos los mares juntos, pues su anillo no se encontraba por ninguna parte. Buscó sin éxito entre las sillas, mesas, macetas incluso se metió en la cocina a pesar de los reclamos de los trabajadores pero ahí no había nada. Salió del restaurante pensando en dónde más podría buscar cuando una conocida voz lo interrumpió.
–¿Vegetta estás bien? –Willy que pasaba por ahí se preocupó al ver la cara de angustia del mayor.
–Wi-Willy, todo bien compañero y tú.
–Uhm bien, pero ayer...
–Ah Willy tengo que irme. Nos vemos después.
–Va-vale –Vegetta estaba actuando más extraño de lo normal desde ayer y aún no sabía por qué.
Mientras tanto en la casa de Auron finalmente los chicos habían logrado idear un plan decente. Rubius y Fargan se encargarían de traer a Vegetta y Willy al lugar acordado. Luzu, Alexby y Mangel se encargarían de las decoraciones. Auron y Lolito serían los responsables del "rapto". Rubius se marchó en dirección a la isla flotante. Con lo ermitaño que era Vegetta esperaba encontrarlo rápidamente en su casa y lo hizo aunque no de la manera que pensaba. No estaba dentro de su lujosa mansión, si no en los alrededores agachado viendo algo al parecer muy interesante entre el pasto.
–¿Qué vemos Vegettita? –dijo poniéndose a su lado en la misma posición.
–¡Ostras! Doblas qué haces aquí.
–Te extrañaba y si no vengo yo, a ti te da lo mismo si el osito se muere.
–Pero que dramático.
–Aún no has contestado mi pregunta, qué estabas haciendo.
–Buscaba algo tío.
–Puedo ayudarte si quieres, qué se te perdió.
–No importa. A todo esto a qué viniste en realidad.
–¡Ah! ¡Vegetta problemas en el pueblo! –dijo entrando rápidamente en el papel que debía interpretar.
–¿Qué problemas?
–Willy y Fargan volvieron con su obsesión por las explosiones. Estaban preparando su nueva broma cuando algo salió mal, los TNT's se activaron antes de tiempo y quedaron atrapados bajo los escombros.
–Pero cabezón por qué no empiezas por ahí. ¡Vamos! –dijo apresurando al rubio para que lo guiara al lugar del desastre.
Por su parte Fargan pensó que su amigo estaría junto al payaso "Penny" comprando nuevas reservas de explosivos, lava falsa y otros materiales para hacer sus típicas bromas y trampas, pero el vendedor no lo había visto en todo el día. Sin embargo, sí lo habían visto por el pueblo comprando harina y azúcar. Fue hasta la casa-árbol dónde encontró al rubio cocinando algún tipo de postre.
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Castigo divino en Karmaland
FanfictionRecientemente lo único que reinaba en Karmaland era el caos. Los Dioses hartos de la situación deciden intervenir lanzando una maldición sobre los ciudadanos. Qué les esperará a los karmalienses cuando al despertar noten que ya no son ellos mismos...