Una Vida, Un Propósito

Mi Transformación, Mi Vuelo.

Mi transformación comenzó cuando me encontré conmigo misma, volví a creer en mí, me acepte, me perdone y decidí amarme, es que me encontraba perdida creyendo (vaya que hay que tener cuidado con nuestras creencias) sí, creyendo que mi felicidad dependía de otros, de que me quisieran, que estuvieran atentos a mis necesidades, me ayudarán y que estuvieran conmigo.
Mi transformación comenzó cuando ocurrió mi reconciliación con Dios, deje de luchar con la vida para vivirla, me enfoque en mi crecimiento personal y propósito de vida, comencé a ser agradecida, aceptar lo que no puedo cambiar y entendí que la acción cura el miedo, pues antes solo creía que Dios me juzgaba y mi sufrimiento era un castigo por mis faltas, me mantenía en pensamientos que hacía mi vida triste, me encontraba distraída en ello sufriendo, pero hoy, sé que todo pasa porque así debe ser, porque cada situación es un aprendizaje y hoy ese sufrimiento me ha hecho crecer madurar y evolucionar.
Mi transformación comenzó cuando dejé de sentirme o hacerme víctima ante los demás y comencé a asumir retos, pues muchas veces provocaba lástima, ignorando mis dones, virtudes y el gran poder de elección que Dios me dio y así poder elegir entre sentirme inútil y dar lástima o ser motivación e inspiración para otros.
Mi transformación comenzó cuando dejé de ver mi dolor y comencé a ver el que padecen los demás, pues siempre hay alguien con problemas más grande que los míos, deje de buscar ser consolada, entendida y amada y busqué consolar entender y amar.
Mi transformación comenzó cuando entendí que muchos no son lo suficientemente buenos Por qué no han sido lo suficientemente amados, perdone y los ayude a comprender, comencé a dar para poder recibir.
Mi transformación comenzó cuando resucite de la muerte en vida a causa de mi propia ceguera y descubrí que soy el milagro más grande del mundo, que gane la carrera de la vida cuando fui concebida y que no nací solo para alimentarme, trabajar crecer, reproducirme y morir.
¡Hay una razón para vivir!
¡Hay que empezar a comprender lo que somos y ponerlo en práctica!
¡Hay que ver el bien que hay en cada persona y ayudarlas a que lo vean en sí mismas!
¡Hay que servir!
¡Hay una vida, un propósito!
Sí que puedes, una etapa ha terminado y a llegado el momento de comenzar otra.
"Nunca es suficiente, siempre hay algo más que aprender y algo más que dar"