Hasta que nos volvamos a encontrar...

Capítulo 2: Con guante blanco

--Bueno... eso salió bien...-- decía una contry al tiempo que liberaba un suspiro con la mirada al vacío... --no entiendo ruso... ahora tengo 6 meses para aprenderlo, caray en qué estaba pensando?...— adoptando una pose de derrota sobre el barandal del balcón.

--Pero México, sabes que algo bueno va a salir de todo esto—Obregón trataba de animar a la contraria la cual sonrió desganada

--No es eso.. es que... después de escuchar al vocero... no puedo negarme...-- 

Para México el saber que un pueblo sufre, era un tema demasiado delicado que no podría dejar pasar y menos cuando literal todo el mundo esperaba que ella se mantuviera al margen de la situación... Se voltea bruscamente hacia su representante humano.

—SABES QUE NO LO PUEDO DEJAR PASAR... INGLATERRA, ITALIA, FRANCIA, LA PUERCA... ELLOS... ELLOS NO LO ACEPTARÁN... no lo comprenden... no han sufrido esa clase de dolor...y no me refiero al hambre... sino a la impotencia de no poder hacer nada para ayudar... -- 

Su voz se quebraba y lágrimas comenzaban a querer escapar de sus ojos. Era doloroso verla así.

--Los llantos, las muertes, ellos no los sienten... pero yo si!—

--A mí no tienes que demostrarme nada... si es esto lo que quieres... te apoyaré en lo que decidas...-- 

Le agradaba ese presidente, no como otros tratando de imponer sus ideologías a pesar de las advertencias de la tricolor. México esbozó una sonrisa.

Obregón sabía que no era tarea fácil, sus antecesores habían tenido más desatinos que aciertos, dejándole una contry que desconfiaba de cualquiera que ocupara el cargo. Él poco a poco ha ido ganando su confianza, y tenía una buena corazonada de lo que estaban a punto de hacer.

--Comenzaré a hacer los trámites para recaudar lo necesario— prosiguió

-- Si... tenemos 6 meses para enviarlo, si se puede antes mejor... avísame cuando esté listo—

--y hay que notificar su respues..Agh!!! Se me había olvidado!!! Habrá una junta sobre este asunto en una semana... no te preocupes... me encargaré de—

--No... yo iré... en dónde será?--

--Será en Nueva York... pero si quieres no tienes que ir--

--Sabes que no soy de las que se rajan... me encargaré de darles el mensaje— México tenía una mirada llena de convicción—que sepan que no soy un país al cual sólo se le dice que hacer...--

Durante esa semana comenzaron a gestionarse eventos para recaudar fondos para conseguir todo lo necesario para el país soviético, hasta que finalmente llegó el día de la reunión, habían varios contrys en la junta, incluso la gorda y Reino Unido estaban hablando con otros países muertos de risa. Las risas cesaron cuando entró la mexicana, esas reuniones le aborrecían... al ser un evento donde los distintos países se reunían, era como una especie de VIP club ya que solo países de "Elite" se encontraban presentes, así como países recientemente independientes como ella, todos iban con sus mejores ropas, ella se caracterizaba por ir siempre en contra de la etiqueta de la ocasión. Ya que ella fue con el cabello recogido en una diadema de trenza, pues al traerlo corto no podía hacerse otra cosa.

Llevaba una blusa campirana blanca con bordados de flores en las orillas, descubriendo sus hombros y espalda, exhibiendo el inicio de la cicatriz, no perdería oportunidad para restregar al gringo su "honorable hazaña" que había hecho tiempo atrás. Pues dicha cicatriz destrozó un tatuaje de alas que tenía la menor en su espalda de la cual siempre se ha sentido orgullosa, pues desde que tiene memoria, siempre las ha tenido. Sabía que su vecino se incomodaba cada vez que ve la evidencia de su acción, será tal vez ¿Vergüenza?