Un mundo sin buenos ni malos/ una historia de Harry Potter

5 Estamos juntos en esto

Ya llevaba una hora dando vueltas por la cama, no se podía creer como había cambiado su vida en tan poco tiempo, habían de asesinar a Hermione, pero con el simple hecho de pensar en matar a Hermione se le venia a la cabeza una imagen de una dulce niña de 11 años un poco mandona,con mucho pelo color castaño y los dientes de delante bastante largos.

Salio del dormitorio hacia la sala común, se sentó en uno de los sillones y empezó a mirar el fuego, al cabo de unos pocos minutos noto unas manos apoyadas es su hombro, se giró y vio a Ginny, con su brillante pelo rojo pero con unos ojos marrones apagados, la chica le susurró:

- ¿Tampoco puedes dormir?

-No- contesto Harry- aún no me creo lo que ha pasado, cada vez que pienso en lo que tenemos que hacer me viene a la cabeza la imagen de cuando conocí a Hermione y se me hace imposible matarla.

-Te entiendo Harry, aún no me creo como Hermione nos ha podido hacer esto, después de ser los únicos que han estado con ella durante más de cinco años, nos traiciona, pero piensa, si tu no consigues pararla ella te parará a ti y sin ti yo no sabría que hacer.

-Pero Ginny - intento replicarle Harry

-Por favor para de intentar defender a Hermione, porqué no te das cuenta del daño que nos ha hecho, confía en mi, todo esto acabará bien solo confía en mi, sabes que yo nunca te haría daño, Harry, sabes que yo te quiero- esta última frase la acabó con unas pocas lagrimas en sus mejillas.

Harry se levanto para abrazarla y de repente se fijó, esos ojos marrones apagados estaban recobrando su característico brillo y al mirar a su pelo se sentía como cuando estaba mirando el fuego, se sintió hipnotizado por es sensación de calma, notó como si estuviera en el ojo de un huracán, todo estaba tranquilo y no había tristeza, ni rabia, ni miedo solo había una sensación de calidez como la que sientes al lado de una chimenea al ver una gran nevada por la ventana.

Harry coloco sus brazos alrededor de su  cintura mientras Ginny envolvió el cuello de Harry con sus brazos, gracias a este gesto los dos se acercaron más de lo que habían estado nunca, sus dos latidos sonaron al unísono, creando uno solo, cerraros los ojos y juntaron los labios creando un beso suave, despreocupado y cálido, estuvieron así minutos, horas o incluso días hasta que Harry empujo suavemente a Ginny. 

Los dos juntaron las manos y antes de separarse para ir cada uno a su dormitorio Ginny acerco su boca al oído de Harry y le susurró:

-Recuerda, estamos juntos en esto.

Y antes de que ella separase los labios de su oído él se giro para darle un pequeño beso antes de desaparecer hacia su dormitorio.