BoyFriends?「YoonKook」

⇝「NUEVE」

Todos en el instituto sabían que la mayor debilidad de Yoongi era Jungkook; en todos los sentidos.

Y es que para algunas personas que los miraban desde lejos, el castañito también lo era, porque es que, el menor era demasiado tierno, a eso de llegar a poder morirte de ternura con solo verlo. Su estatura de 1.65 hacia verlo demasiado cute y además que era adorable por naturaleza.

Todo le favorecía y todos tenían en claro que era la debilidad de Yoongi, como si este fuera un alfa, y, obviamente, Jungkook un omega. Aunque bueno, esto no es omegarverse. Sabían que si se trataba de Jungkook, Yoongi podría dejar todo e ir con él y por él. Era su punto débil.

Jungkook era su punto débil.

—¿Estás seguro de lo que vas a hacer, Yugyeom? — preguntó JaeBum, preocupado.

—Sí. Veremos si realmente Jungkook es su debilidad. Estoy seguro que sólo es un amigo más para él, o bueno, su mejor amigo, pero nada más. — dijo, buscando por los pasillos alpequeño castañito.

—No lo sé. Creo que es mucho y además lo harías sin su consentimiento, y, ¿qué tal si Yoongi no está con él? — preguntó, tratando de hacer entrar en razón a su amigo.

—Por favor —rió—. yoongi siempre está con él —dijo rodando los ojos—. Es como si no pudiesen despegarse. —dirigió su vista a los costados mientras caminaba, no había rastro del castaño o de su mejor amigo.

—Bueno—habló JaeBum—, en eso tienes razón.

Y ahí estaba, en los casilleros del fondo hablando animadamente con Yoongi.

—Como siempre. — murmuró Yugyeom, acercándose al par.

Y aunque sabía que luego se arrepentiría, agarró de imprevisto la cintura de Jungkook dándolo vuelta y plantándole un sonoro beso en los labios. Sí, en los labios. Yoongi no tardó en reaccionar.

—¡Oye, ¿qué mierda te pasa, grandísimo idiota!? — preguntó empujando a Yugyeom, posicionándose delante del castaño, apretando su mandíbula y puños a los costados de su torso con notable molestia, demasiada.

Jungkook se limpió la boca con la manga de su buzo que era unos talles más grandes que su talla.

—Oh—habló Yugyeom—, entonces es verdad. — sonrió ladinamente.

— Entonces Jungkook sí es tu debilidad. — confirmó.

Yoongi frunció el ceño y apretó aún más sumandíbula.

—¿De qué mierdas estás hablando ahora? —escupió—. Mira, si no quieres problemas será mejor que te largues.

—Vámonos, Yug. — sugirió rápidamente JaeBum.

—¿Piensas que te tengo mied-

—Yugyeom, basta por favor. —pidió con voz suave y con tristeza el castaño, asomándose detrás del cuerpo de Yoongi que estaba en frente suyo, ahora poniéndose él delante del azabache.

— No sé por qué hiciste eso, no me gustó, Yugyeom. — puchereó con tristeza y molestia. — No me gusta que hagan esas cosas sin mi consentimiento. —
las lágrimas comenzaron a amenazar con salir.
— No quiero que se peleen, por favor. — pidió. Y Yugyeom se arrepintió al instante de haber hecho lo que hizo.

—Jungkookie, perdónam-

—¿Por qué lo hiciste? — interrumpió Yoongi con molestia, su voz estaba ronca seguramente efecto de la cólera.

—Quería ver si es verdad que Jungkook era tu debilidad. — confesó, suspirando.

—¿Y así era tu mejor manera de saberlo? ¿porqué no me lo preguntaste y ya? No tenías por qué besarlo sabiendo la respuesta, además. —apretó más su mandíbula, diciendo entre dientes lo último. 

— Está más que claro que Jungkook es mi debilidad, ¿qué no es obvio? ni siquiera me esfuerzo porque lo sepan pero toda la escuela lo sabe. No hacía falta que lo besaras sin su consentimiento. — dijo, suspirando y cerrando los ojos buscando calmarse.

Jungkook se dió le vuelta viendo a Yoongi, abriendo sus ojitos en demasía teniendo un brillo peculiar en ellos, sonriendo como un niño pequeño.

—Bueno, ya, lo siento.—se disculpó.—Jungkook, yo-

—Vámonos, Yug. Ya no hay motivo para que sigamos aquí, ¿qué no ves?—preguntó JaeBum, agarrando el brazo de su amigo, llevándolo a rastras fuera del instituto.

Yoongi suspiró cuando ya no había rastro de Yugyeom por allí. De verdad que le caía jodidamente pésimo. Bajó su mirada encontrándose con los ojitos de Jungkook, los cuales brillaban. Sonrió.

—¿Soy tu debilidad, Yoonie?—preguntó con su aura de inocencia, acercándose hasta abrazar al mayor por la cintura y levantando su cabeza para ver su carita.

—Sí. Eres mi mayor debilidad. Ya deberías saberlo.— sonrió, abrazando por la espalda almenor, dejándole un beso en la frente.

—Tú también eres mi debilidad.—confesó sonriendo. Lo que hizo sonreír al mayor, aún así el menor pudo notar que este tenía un toque de tristeza.

—¿Yoonie? ¿estás así por lo del beso?—preguntó ladeando la cabeza con confusión.

—¿Parezco muy posesivo si te digo que sí?—preguntó.

—De todas formas ya lo eres, y no me molesta porque igual soy tuyo.—sonrió.

—Es bueno escuchar eso. Sí, me molestó lo del beso, Jungkookie.— confesó, suspirando con cansancio.

—Mhm...—asintió.— A mí también me molestó, mucho. — frunció el ceño con molestia.

— Odio que hagan eso sin mi consentimiento.

— A menos que el que lo haga seas tú.

—No le demos relevancia, Yoonie.— pidió dulcemente.

—De igual forma no significó nada.— se encogió de hombros.

—Pero... pero es que... es que yo...— trató de buscar las palabras correctas, mas sólo hizo que su amigo ladeara más la cabeza con confusión. Suspiró.

—¿Tú qué? — preguntó en castañito.
«Yo quiero darte un beso así». — pensó.

Pero era tan malditamente difícil decírselo para él.

—Yo... quiero cuidar de ti y me molestó mucho que Yugyeom haya hecho eso. — confesó.

Y no era mentira, para nada, pero no era lo que en un comienzo quiso decir.

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