capítulo 10

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Narradora:

Al día siguiente amanecen ambos desnudos, Elliot está despierto fumándose un cigarro sentado en la cama y Marina está boca abajo dormida. La sábana está justo por encima de sus caderas mostrando tan solo la espalda desnuda y su cabello hecho un desastre. Su cabeza descansa encima de sus brazos, su cara es pacífica, su respiración pausada y sus labios rojizos entre abiertos. Apenas son las 9 de la mañana y a Elliot le apetece muy poco despertarla y sacarla de esa tranquilidad que ella lleva.
Su teléfono suena y atiende.

Elliot: ¿Si?
Adela: hola Elliot soy Adela.
Elliot: ¿Qué quieres? -pega una calada-
Adela: tengo la casa sola por si quieres venir -tira indirecta-
Elliot: -suelta el humo- no puedo, he sido reclamado.
Adela: ¿En serio? -se sorprende-
Elliot: si
Adela: cuando salgas del reclamo ya sabes mi número, hasta pronto -se despide y cuelga-

Él se pasa la mano por sus rizos y suspira, apaga la colilla y la tira al suelo. Tras unos buenos minutos mirando a la nada se percata de la mirada de la castaña.

Ella sigue boca abajo, lo primero que ella nota al despertar es que no está en su cuarto dándose cuenta lo increíble que lo pasó la noche anterior, ante el recuerdo le inunda una ola de vergüenza, sus mejillas se coloran de un rosa chillón. Mira al moreno que está sentado en la cama mirando a la pared, se detiene un poco a observar los abdominales llenos de dibujos por los tatuajes y luego vuelve a subir la vista hasta el rostro de Elliot. En unos minutos él sale de su trance y le devuelve la mirada en silencio, toda tensión se va cuando sonríe.

Elliot: buenos días preciosa -sonríe-
Marina: buenos días -susurra-
Elliot: ¿Has dormido bien?

La castaña asiente. Elliot se gira dándole la espalda y se pone los calzoncillos y Marina viendo la oportunidad en bandeja recoge del suelo la camiseta grande que llevaba ayer y se la pone.

Elliot: me gustas más cuando estás sin ropa -la atrae hacia él-
Marina: cállate
Elliot: ¿Ahora tienes vergüenza? -se percata de la rojez de la castaña-

Marina no contesta y con eso solo hace obviar la respuesta.

Elliot: no te preocupes, me gustó lo de anoche -susurra y le da un beso en el cabello-
Marina: a mí también.

Elliot sonríe con la respuesta.

Marina: ¿Con quién hablabas por teléfono? -curiosea-
Elliot: ¿celosa?
Marina: bueno ahora eres mío -se encoge de hombros- y lo mío sólo lo toco yo.
Elliot: le he dicho que ya he sido reclamado.

Marina asiente, se levanta de la cama con Elliot mirándola y sale de la habitación, se ducha y se viste con ropa interior azul y una camiseta larga que le llega por debajo de las nalgas, pero esta vez la camiseta es de Elliot.

La chica prepara dos cafés. Elliot llega también duchado y limpio, acaba de recoger su habitación , ventilar para que no huela a sexo y cambiado las sábanas.

Marina: este es para tí -le da un café-
Elliot: gracias -sonríe con los labios juntos-

Después de desayunar Marina abre la puerta principal.

Elliot: ¿Dónde vas?
Marina: a comprar
Elliot: ¿Y vas a ir así?

Marina mira su atuendo, una camiseta larga y unas sandalias.

Marina: si ¿Por qué?
Elliot: ah no -cierra la puerta- ni hablar.
Marina: es verano, la mayoría de chicas van así o incluso en bikini por la calle, hace calor.
Elliot: si pero la mayoría de chicas no son mías, tú sí.

Ella rueda los ojos, se pone un pantalón corto y sale por la puerta.

Marina: ¿A dónde vas tú?
Elliot: contigo.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2020 ⏰

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