capítulo 9

1.4K 85 12
                                    

Narradora:

al día siguiente –

Marina sale de la habitación hacia el baño y se pone frente al espejo.

Elliot: buenos días

Marina de gira hacia él y le da una pequeña sonrisa, una bastante leve.

Elliot: ¿Sigues enfadada?
Marina: no, solo estoy cansada.

Elliot se posiciona detrás de ella agarrándola de la cintura.

Marina: ¿Qué quieres hacer hoy?
Elliot: no tengo nada planeado -se encoge de hombros-
Marina: vale -asiente-.

La de menos estatura se va a la cocina y saca un trozo de pastel de la nevera, se apoya contra ésta y come.
Nuevamente Elliot aparece, se sitúa delante de ella agarrándola la cadera.
Marina le ofrece pastel y él acepta comiendo sensualmente desde el mismo cubierto que la castaña.

Marina: ¿Qué quieres?
Elliot: ¿Por qué lo dices?
Marina: porque estás siguiendome.

Elliot aparta el plato y lo deja a un lado, agarra de las nalgas a Marina y la besa aún contra el refrigerador, ella con su mano acaricia la mandíbula contraria. Al separarse tira suavecito de su labio con los dientes.

El de rizos sube a la menor en la encimera y sube la camiseta llevándose la sorpresa de que no llevaba sujetador.

Sonríe perverso y con la cuchara del pastel unta el pezón con chocolate.

Marina: mmh... -se estremece por la sensación-

Elliot sin apartar la mirada de sus ojos acerca su boca al botón rosa y chupa, con la mano izquierda masajea el otro seno y con la mano derecha sostiene la cadera de la pelicastaña.
Rechupetea la teta, sorbe y besa, Marina tiene la cabeza hacia atrás mordiéndose el labio sin saber que hacer.

Elliot: Me apuesto que no han sabido cuidarte bien -sonríe de lado-

Elliot da un pellizco a ambos pezones a la vez y Marina da un saltito del susto encogiendo los dedos de los pies.

Elliot: luego más -la baja de la encimera-
Marina: ¿C-como que luego?
Elliot: luego.

Marina suspira fuerte. Se mete al baño, se quita la única prenda que lleva puesta y ahora la tiene bastante mojada, se ducha y cuando sale se envuelve en una toalla blanca. Camina hasta llegar a la puerta de su habitación, de espaldas al salón suelta de golpe la toalla y entra a su habitación cerrando detrás de ella. Elliot sonríe, ha hecho eso a propósito. Mordiéndose en labio inferior recoge la toalla.

Marina: primero me besa y después me dice 'luego' -habla con ella misma- estúpido.

Se mira en el espejo enterizo que tiene en la pared, mira sus curvas, su vientre plano, su busto y sus nalgas que aunque no son de enorme tamaño no se quejaba de ellas y estaba bastante conforme.
Desliza sobre sus piernas unas bragas y un sujetador en el pecho a conjunto, una camiseta de Elliot que se quedó la última vez y se queda descalza.

Se oye sonar el timbre, abrir la puerta y la voz de Elliot y Adam sonar.

Adam: Hola -sonríe-
Marina: Adam -llega al salón-
Adam: ¿Qué hacéis?
Marina: Nada ahora mismo
Elliot: lo mismo digo -hace una pausa- vamos a echarnos un cigarro y hablamls tranquilos.
Adam: Vale, hasta luego -le guiña un ojo a su amiga-

Marina sola en casa prepara de comer, come sola y ya aburrida se echa en la cama boca arriba finalmente quedándose dormida.


Nota unos cosquilleos en su cuerpo, una risita grave y algún toqueteo.
Marina mira por encima de su hombro, el chico de rizos se encuentra jugando con las braguitas disfrutando de la vista.

Solo SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora