𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐍𝐄𝐎𝐍 ━━━ ᴬⁱᵈᵃⁿ ᴳᵃˡˡᵃᵍʰᵉʳ

02 | Cuestiones

Aidan Gallagher

«...Suspiré profundamente al sentir el silencio reinar en el pequeño campo. A pesar que a lo lejos podía oír el sonido del agua correr en un arroyo al norte, eso no le quitaba la tranquilidad a este bello lugar.

Le dediqué una mirada perspicaz a mi alrededor, el cual se veía pintado de un curioso pero sobretodo peculiar color azul, de diferentes tonalidades para cada cosa, del más bajo, hasta el más brillante.

Caminé en varias direcciones hasta encontrar un lugar adecuado en donde descansar. Un leve cosquilleo me invadió ya que estaba descalzo y por ende podía sentir el césped húmedo rozar mis pies.

Me recosté debajo de un árbol de hojas azules y apoyé mi espalda en la madera del mismo. Contemplé el firmamento, los rayos del sol aún daban su último esplendor desde el ocaso y las nubes de encontraban dispersas. Aún no era de noche, pero ya podía distinguir algunas estrellas en el cielo.

Cerré mis ojos y eché mi cabeza hacia atrás con tranquilidad. Siempre he sido una persona que disfruta del silencio, pero es poco inusual estar en un sitio en donde no se escuche más que tu respiración.

— You make me suffocate for hours and hours... — escuché cantar a una voz femenina — These petals surface and scathe, creating my bouquet... You're a swallowed heart in a broken fable...

Fruncí el ceño y me puse de pie, tratando de ver de donde provenía aquella voz. Caminé hasta llegar a unos árboles alado de un sendero, pasé esos árboles y divisé otro campo, solo que a diferencia del otro, este era un campo de flores.

Giré en todas direcciones hasta que en medio del campo pude ver a una chica sentada en el césped, en medio de todas flores. En una de sus manos sostenía una margarita, y con la otra iba haciendo suaves caricias a los pétalos de la misma.

—  You're a motion picture but never major... And I'm so caught up in your love... — siguió cantando. Solté una risa baja y apoyé mi brazo en un árbol para no caer — Thinking 'bout the two of us Don't know what's fair enough...

Su voz era dulce y melodiosa. Tenía una gran sonrisa radiante en el rostro y a pesar de la corta distancia podía distinguir que su aura emanaba alegría y tranquilidad.

Pensé en caminar hacia donde ella estaba y preguntarle su nombre, pero justo antes de eso, comencé a escuchar otra música ya conocida para mi. El sonido era bajo, pero podía distinguir la letra. Solo que... no era ella quien la cantaba, el sonido provenía de otro lado.

Segundo a segundo el sonido de la música se fue intensificando cada vez más hasta ser un ostentoso ruido estremecedor. Mis párpados comenzaron a pesar y mi alrededor se vio invadido por una tenue borrosidad apenas irreconocible...»