Cincuenta Sombras de las hermanas Grey(PAUSADA y EN EDICIÓN)

Capitulo 4

POV Paris.
Camino molesta y cansada hacia el R8 de London, hoy no ha sido como lo esperaba
Mi plan era uno, Empleo Maravilloso+Tiempo con la única persona que me queda.
Y no solo no ha sucedido eso sino que también London me esta ocultando algo.
-Puta Madre- exclamo harta, London sabe que no hablo groserías a menos que este realmente molesta.
-¿Qué has dicho?- parece que lo ha olvidado.
Me volteo.
-Puta Madre, he dicho Puta Madre-
-No hables así de ello-
-Ja, ni siquiera tengo una no veo en que afecta-
Me toma de la muñeca.
-¡Hey!- grito y ella tiene tiempo suficiente para ver las marcas en mis brazos. No traigo chaqueta así que eso no ayudaba demasiado.
-Paris...-
-London yo...- sus ojos ahora se han puesto sombríos.
-¿Quien te ha hecho esto?-
-N-nadie London yo solo... Caí y me golpee con la banqueta-
-¡NO ME MIENTAS PARÍS!- exclama furiosa.
Me asusto aunque también estoy enfadada
-Y-yo...-

-¡Hemos sido nosotras London!- grita Lia relativamente espantada.
-Nosotras al jalarla y...-
London me ha soltado la mano para dirigirse a tomar la de Lía.
No.
-Escúchame bien, maldita sea, vuelves a tocarle un solo cabello y te juro que...-

-¡London!- grito -Joder, puta madre no tienes que protegerme puedo hacerlo perfectamente bien y por mi cuenta-
Tomo aire. -ellas solo intentaban ayudarte a alejarme de tu secreto relativa y completamente importante tanto que eras más suspicaz a decírselos a tus amigas y no a tu propia hermana- mi corazón estalla y yo quiero volver a llorar -¡London ya no soy una niña pequeña, debes dejar de tratarme como tal!-

Vuelvo a correr para alejarme, más London es muy rápida y hasta con tacones me alcanza.
-¡Sueltame!-
Me jalo y me zangoloteo como si fuera pez en el aire y a penas a unos centímetros del agua que le permitirá ser libre de nuevo, pero al final cedo y me acurruco en su pecho mientras lloro desconsoladamente.
-Ya no puedo más London yo solo...-
-Shhhhhh tranquila yo estoy aquí hermanita, pase lo que pase-
-Pase lo que pase-
Le miro una promesa de niño con el dedo meñique entrelazado.
-Gracias- susurro y poco a poco caminamos hasta el coche.
-Te quiero-dice
-Yo también idiota-ella solo ríe.
Esta vez conduce suavemente para no espantar me, yo agradezco ese gesto.
Volvemos a casa, la casa donde antes vivíamos las dos. Mi dormitorio esta, bueno estaba arriba justo donde esta la vista al jardín donde me inspiraba para sacar mis mejores fotos.
Mi cuarto estaba adornado con fotos impresas a color y en blanco y negro y con luces navideñas, siempre he amado la Navidad y me fascina tener que poner los adornos, no importa si eso implica romperme a la espalda para ello.
Mi cuarto tenía las paredes celestes contrastantes con la calidez del lugar con el cielo pintado de nubes (gracia mía). Mi cama tenía edredones limpios y mullidos y sábanas suaves y almidonadas, cortinas blancas un balcón de barrotes negros y un rosal que flotaba cerca de este. Ah claro y un jarrón de vidrio regalo de London que siempre tenía rosas frescas siempre ame ese aposentó como de niña soñada.
En cambio el de London no era oscuro pero tenía elegancia y porte, seguridad y aunque le gusta el orden, si que era un asco haciendo la cama.
De ahí nuestro pequeño acuerdo "diez peniques a la semana por hacer tu cama".
No importaba, jamás le cobre los diez peniques, me gustaba ayudarla.
Pero luego tuve que irme y al estudiar y trabajar al mismo tiempo me quedaba muy lejos la casa, y me cambie a una más pequeña pero no menos linda, no me traje mis muebles por sí volvía pero eso no ha ocurrido y hoy no me arrepiento de ello.
Pero London es London y seguramente todo lo que deje ahora no estará ordenado (en términos míos) como lo deje.
Creo que deberé pedirle que me deje dormir con ella.
Mierda eso no pasa hace mucho tiempo y ahora es vergonzoso.
Pero que se le va a hacer solo es una noche.

-Si te estas preguntando como esta tu cuarto solo he de decirte que he hechado a tu gato-
-¿¡Qué!?- por cierto tenía un gato era manchado y blanco -¿¡London que has hecho con Milka!?
-lo necesario- tiembla -tu gato me odiaba-
-Eso es una mentira gigante si hasta se acurrucaba en tus pies-
-No me des recuerdos horrorosos por favor-
-No serias capaz verdad...-
-¿¡por quien me tomas!?¡ Por una sádica loca asesina de gatos!-
-No pero más te vale que este bien-
Con solo llegar asalto la nevera si lo recuerdan muero de hambre y son las ocho.
Después de la cena London me obliga a ir a la cama, si por ridículo que suene.
Le enseño el dedo medio mientras subo las escaleras.
Entro empujando la puerta y me llevo una gran sorpresa, todo esta como lo deje las flores frescas y todo como me gusta sonrió.
-Te lo dije, todo esta exactamente igual, menos tu gato-
Le saco la lengua.
-oh mierda-
-¿London?-
-l-lo siento olvide hacer algo, yo me tengo que ir, no me esperes despierta es algo muy importante pero te recompensare adiós!-
-London...-
Pero se ha ido.
Me siento en la cama y abro mi portátil, debería dormir pero necesito diversión y en Google busco "razones por las cuales tu hermana sale a las 9.30 de la casa pidiéndote que no la esperes despierta"
Ehhhh no son tan dulces los resultados, pero necesito desahogarme ¿o no?
Leo un poco, solo un poco de Lemon antes de terminar asqueada y taparme con las cobijas.
"Es ilógico" pienso "London no es de esas."
Un ronroneo debajo de mi cama me hace reaccionar.
-¡Milka!- exclamo -Ven aquí amigo-
Me duermo feliz a pesar del día que ha sido "London no hagas nada estúpido" pienso pero se que ella es impredecible y por eso es mi hermana.
POV London
Paris se cruzo de brazos y camino hacía el R8 enojada y encabronada mientras yo me sumía en mis pensamientos. Anthony estaba dispuesto a seguir. Suspire. No tendría que buscar un nuevo sumiso.
-Puta madre-exclama Paris y yo volteo la cabeza para verla.
-¿Que has dicho?-le pregunto confusa y enojada.
Paris voltea a verme.
-Puta Madre, he dicho Puta madre-
La observo seria
-No hables así de ello-le reprendo.
-Ja, ni siquiera tengo una, no veo en que afecta- suspiro por que se que tienes razón. El echo de no conocer a nuestra familia la lastima. La tomo de la muñeca.
-¡Hey!-me grita Paris. Cuando hago un poco más de presión observo unas marcas de dedos en sus brazos.
-Paris...-
¿Quién demonios ha tocado a mi hermanita?
-London yo...-mi expresión se vuelve sombría.
-¿Quien te ha echo esto?-
Ella empieza a temblar un poco
-N-nadie London yo solo...-me miro asustada-Caí y me golpee con la banqueta-
La miro enojada. ¿Una banqueta? Son marcas de dedos demonios.
-¡NO ME MIENTAS PARIS!-exclamó furiosa. Ella empieza a temblar cada vez mas.
-Y-yo...-
-¡Hemos sido nosotras London!-el grito de Lia me devuelve a la realidad. Y es malo.-Nosotras al jalarla y...-
Le suelto la mano a Paris y me dirijo hacia Lia. La quiero mucho pero a mi pequeña nadie la toca.
-Escúchame bien, maldita sea-la mira a los ojos- vuelves a tocarle un sólo cabello y te juro que...-
-¡London!-me interrumpe Paris-Joder, puta madre no tienes que protegerme puedo hacerlo perfectamente bien y por mi cuenta-
Paris toma aire y continúa.
-Ellas solo intentaba ayudarte a alejarme de tu secreto-levanta las manos-relativa y completamente importante tanto que eras más suspicaz a decírselos a tus amigas y no a tu propia hermana-de sus ojos se escurren algunas lagrimas-¡London ya no soy una niña pequeña, debes dejar de tratarme como tal!-
Paris sale corriendo y yo salgo detrás de ella. A pesar de llevar tacones la práctica me permite correr con ellos. Tomo a Paris de ambas muñecas.
-¡Suéltame!-Paris se zangolotea y jala como pez hasta que al final se da cuenta de que no ganara nada si sigue así, por lo que me abraza y se acurruca en mi pecho mientras llora.
-Ya no puedo más London yo solo...-se le escapa un sollozo
-Shhhhhh tranquila-la tranquilizo-yo estoy aquí hermanita, pase lo que pase-
-Pase lo que pase-
Su dedo meñique se entrelaza con el mío.
-Gracias- susurra y poco a poco caminamos hasta el coche.
-Te quiero-le digo
-Yo también idiota-me contesta y yo solo río.
Esta vez conduzco suavemente para no espantarla, yo nunca entendí de donde nació ese miedo.
Volvemos a casa, la casa donde antes vivíamos las dos.
Mi cuarto siempre fue ordenado. Mis libros se encontraban en la esquina oeste por orden de serie y número. Mi ropa estaba ordenada por tipo de y color. Mis zapatos estan en la segunda puerta de mi clóset por orden de uso y mis cosméticos estaban en mi baño en la repisa ordenados por tipo de. Mi cuarto estaba pintado de color rojo morado y gris con unos pocos puntitos blancos que hizo Paris. Las paredes norte y sur estaban decoradas con mis mejores diseños y mis mejores fotos modelando. Todo era perfecto...excepto mi estúpida cama. Toda mi vida odie las sabanas, digo, es todo un dilema acomodarlas para que se vean lisas y ordenadas. No entiendo como Paris lo hace.
-Si te estas preguntando como esta tu cuarto solo he de decirte que he echado a tu gato-
Paris voltea a verme espantada.
-¿¡Que!?-río un poco por la expresión de Paris y luego recuerdo al gato. uhh.- ¿¡London que has hecho con Milka!?-
-Lo necesario-tiemblo. Maldito gato-tu gato me odiaba-
-Eso es una mentira gigante-me señala-si hasta se acurrucaba en tus pies-
Mi mente vaga a los momentos en los que el gato se dormía en mis pies y yo llamaba a Paris por ayuda.
-No me des recuerdos horrorosos por favor-
Paris me fulmina con la mirada
-No serias capaz...-
Abro los ojos como platos. Odio las mascotas pero no soy capaz de eso.
-¿¡Por quien me tomas?!-gritó escandalizada-¿¡Por una sádica loca?!-
Aunque no es toda una mentira es algo.
-No-sonríe-pero mas te vale que este bien-
Cuando llegamos a casa Paris corre directo al refrigerador. Después de que Paris casi acabara con el refrigerador la mando a dormir y ella me hace un puchero. Cuando la vuelvo a mandar a dormir ella me enseña el dedo de en medio.
Cuando ella empieza a subir las escaleras subo detrás de ella. Paris abre los ojos al ver su cuarto igual que antes.
-Te lo dije, todo está exactamente igual, menos tu gato-
Me enseña la lengua y pensamientos perversos vienen a mi mente. Anthony. Ama. Sumiso. Placer. Dolor. Cosas que creí que no experimentaría durante el tiempo en el que Anthony se fue. Entonces lo recuerdo.
-Oh mierda-suelto de golpe.
-¿London?-Paris me mira preocupada
-L-lo siento olvide hacer algo, yo me tengo que ir, no me esperes despierta es algo muy importante pero te compensare adiós-
Salgo corriendo de su cuarto y entro rápido al mío para poner todo lo que necesito en una maleta
Salgo de la casa a toda velocidad y me dirijo hacia mi apartamento. Es un apartamento en el último piso de un edificio lujoso en frente de la torre Eiffel. Bajo rápidamente de mi auto(un BMW azul) y me dirijo hacia mi piso. Afuera de mi apartamento recargado en mi puerta se encuentra Anthony. Sonrió. Que empiece la diversión.