En el café La Felier siempre encontrarías un ambiente agradable, un lugar perfecto para relajarse y disfrutar un buen café en el centro de la ciudad de Tokio.Con una temática de cafetería antigua era el orgullo de su dueño, Diodoro Baudin, un hombre alto con unos aparentes 50 años, con un porte digno, cabello con algunas canas y una actitud amable, un extranjero francés que estaba enamorado de Japón desde joven, había llegado hace unos 10 años y poco después abrió está cafetería la cual era su sueño y orgullo más grande.
Diodoro observaba con una leve sonrisa a sus clientes, estos eran en su mayoría adultos, también habían jóvenes, pero eran muchos menos en cantidad, la atmósfera era perfecta, el frío atraía más clientes a su cafetería, el invierno era su época favorita del año
-- Dido-san -- si, ese era su apodo, quién lo oyera creería que sería una falta de respeto, pero el hombre lo había tomado de buena manera cuando se lo pusieron.
-- ¿Que sucede nakano-kun? -- pregunto a la mesera que le hablo.
Ella se acercó más y hablo en vos baja -- deje de mirar así a los clientes, parece un pervertido -- era una joven de unos 18 años de cabello castaño, de un carácter particular.
-- ¿per.. pervertido? -- eso lo dejo shockeado y descolocado
-- así es, observa a todos con esa sonrisa siniestra, es asqueroso -- ella no tenía reparos en ser directa, tal vez demásiado directa.
-- eres muy cruel nakano-kun -- observó a su clientela nuevamente, todos se veían felices -- solo me gusta observar, la felicidad de la vida --
-- no busque excusas. Claramente se ve como un pervertido con esa sonrisa --
Diodoro suspiro, no ganaria una discusión con Nakano, lo sabía -- trataré de ser más discreto entonces -- observó como sonreía triunfal su mesera
-- con eso debería ser suficiente -- dijo ella feliz, le gustaba molestar a su jefe, le molestaba que el estuviera tan feliz -- trate de no ser tan pervertido Dido-san --
Diodoro suspiro pesadamente, no tenía sentido discutir con ella -- nakano-kun, vuelve a tus labores, por favor --
-- por supuesto -- se dirigió sonriendo a atender a los clientes
El dueño suspiro, era temprano y ya había Sido regañado por su mesera, se resigno y dirigió su atención a la entrada de la cafetería y observó como una joven rubia ingresaba, el la conocía bien, era una clienta habitual y una de sus clientes favoritos
-- buenos dias Dido-san -- dijo Yumiko con una sonrisa acercándose a la recepción de la cafetería-- es bueno verlo nuevamente
-- bienvenida Yumiko-kun -- observó a la entrada -- ¿Acaso viene sola? -- pregunto sugerente, sabía que era divertido hacerle esas cosas a su cliente
-- si y no... estoy esperando a alguien -- dijo recelosa
El hombre mayor sonrió gentilmente -- ¿acaso esa persona será Hikigaya-kun? -- pudo observarlo, era divertido
Vio como la rubia se empezó a ruborizar y se puso levemente nerviosa, hace mucho que observaba a esta pareja de jóvenes, era un deleite visual lo adorable que se veían juntos, pero por lo visto todavía no se habían declarado.
-- S-si es Hikigaya, tiene que llegar en cualquier momento -- el rubor en su cara y ese pequeño tartamudeo la molesto -- una mesa para dos, con vista a la calle por favor -- se recompuso rápidamente y trato de controlar sus emociones
-- por supuesto señorita Yumiko -- hizo una leve reverencia, con un gesto llamo a la mesera que se acercó rápidamente -- Nakano-kun, lleva a la señorita Yumiko a la mesa 7 -- hoy sería un lindo día para observar a sus clientes.
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Oregairu, Cristales Multicolor
FanfictionCristal Dorado: Una historia sobre Hikigaya hachiman y Yumiko Miura (Finalizado) Cristal Violeta: Con Haruno como protagonista y como sería todo si Hikigaya tuviera su misma edad (Finalizado) Primer especial: relaciones especiales con la familia Yui...