Abro los ojos encontrándome en los brazos de Marco, sonrió y le doy un beso, me levanto y voy al baño, miro a Lía que duerme aún, le doy un beso, voy a ver a Isquito en su cuarto, aún duerme, los lleno a besos y el se ríe, miro las actividades, que me han mandado de la universidad, mientras desayuno, sentada en el jardín, pongo un poco de música, mientras escucho la musica, me dejó llevar por la letra emocionando me, llamo a mi madre, para ver cómo está hablamos un rato entre risas y bromas, después de hablar con ella, los niños despiertan, mientras Lía come Marco le prepara el desayuno a Isquito, Isco me envía los deberes de Isquito, el gruñe por qué no quiere hacerlos - yo: ni yo los míos, así que vamos hacerlos así no podremos toda la tarde jugar con Lía y Marco. Isquito asiente, sonrió tiernamente, le doy un beso en la cabeza, los dos nos ponemos hacerlo, mientras lo hace me pregunta cosas para que le ayude o lo hace solo y tras ello lo corrijo, así pasamos la mañana. Cuando hemos acabado, los dos chocamos las manos, a mi me queda un poco pero quiero estar con ellos. Isquito y Lía juegan en la alfombra, me río al verlos
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A los dos les encanta estar juntos, a cual de los dos más inseparables le envío la foto a mi hermano, que enseguida me envía Cáritas de enamorado, me echo a reir. Comemos entre risas y bromas, los 4 juntos, Lía manusea la comida pero llega a comérsela, mi niña le encanta experimentar con la comida, le da curiosidad todo. Después de comer lavamos los platos, mientras Isquito está con Lía en el sofá, cuando los miramos ambos duerme abrazados. - Marco: tenemos un sobrino muy bonito - yo: si, como no quererlo. Lo lleno a besos, el se ríe, después nos sentamos en el sofá, Marco me sienta en sus piernas y nos besamos. - Marco: cuando te gustaría tener el siguiente? - yo: que Lía este más grande. Nos echamos a reir, Marco me besa ya está deseando tener a ese mini Marco por aquí correteando. - Marco: disfrutar más de Lía. Miramos a nuestra princesa y sonreímos, como adora a su primo. - yo: y pensar que pensé en abortarla, las primeras semanas. - Marco: por? - yo: miedo, tenía mucho miedo, de que no la aceptarán, nos saber hacerlo - Marco: ahora no podemos vivir un día sin nuestra niña. Los dos sonreimos, tiernamente limpio las lágrimas que nos ruedan por las mejillas los dos sonreímos tiernamente, pensar lo que nos ha cambiado la vida.
