Hoy Marco regresaba de San Sebastián, se por mi hermano que iban directos a entrenarse, para el partido contra el Mallorca, no me llama ni siquiera para preguntarme por Lía, eso me pone triste. - Sara: no me da buena espina Héctor. - yo: cosas tuyas Sara. - Sara: no tía, ha vuelto muy extraño - yo: como quieres que este tras un año encerrado y volver y encontrarse esto. - Sara: algo más hay. - yo: cosas tuyas, es el padre de Lía y hay que respetar que quiera estar cerca de su hija. - Sara: el padre es Marco, Héctor la hejendro, Marco se ha levantado cada noche y cada mañana para atenderla se a preocupado que no le falte nada. - yo: Héctor no ha podido. - Sara: no confíes hazme caso y no confíes Nerea. Pongo los ojos en blanco, cogo a Lía para irnos, ya que Héctor vendrá a comer, dejo a Lía jugando mientras yo hago la comida, está tarde tengo examen, espero que Marco pueda quedarse con Lía. Llega Héctor, me saluda con dos besos, Lía le suelta una bofetada. - yo: Lía oye Voy a cambiar a Lía el pañal de donde ha sacado ese genio está niña, le cambio la ropa está preciosa.
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Marco llega, no saluda y Lía se va directamente con el, la llena a besos comemos y la tensión se corta con un cuchillo - Lía: papá. - Héctor: dime cariño - Lía: papá, papá Dice mirando a Marco, que está absuelto en su mundo. - Marco: dime mi vida - Lía: mimir Marco se lleva a Lía, mientras yo recogo la cocina, Héctor me mira. - Héctor: por qué no me has dejado que la siesta se la eche conmigo? - yo: es con Marco, desde que nació se la echa con el. - Héctor: no quiero que a él lo llame papá soy yo su padre. Pongo los ojos en blanco, me meto en el despacho para hacer el examen cuando justo estoy acabando siento a Lía llorar, salgo y Héctor la tiene en brazos, Lía patalea y llora mas fuerte tirándose para atras. - Marco: suelta la que se va hacer daño ven cariño. Marco le da la merienda a Lía, ella se la come sin rechistar, Héctor se va cabreado, me llevo la mano a la cabeza sin saber que decir ni hacer, Marco no me dice nada en todo el día, me está cabreado mucho. Se pasa la tarde jugando con Lía, sin hablarme nada me siento una extraña en mi casa.
