Sirena

204 25 1
                                    

Ambos chicos continuaban riendo como si ya tuvieran mucho tiempo conociéndose, ambos se sentían cómodos al lado del otro, ¿Acaso eso era posible? El Rubio capitán se detuvo primero de aquel momento para aclarar su garganta.

- Y bien, joven tritón, ¿Cómo es el mundo de allá abajo? Hablo del océano, ¿Acaso tienen alguna civilización súper humana?, ¿O pueden ser una súper raza con mejoras al ser humano?. - Le dio una sonrisa al joven tritón, tantas preguntas y todas estaban fuera de lugar una tras otra.

Ante tantas preguntas el chico castaño comenzó a reír de manera fuerte, el nunca había reído de esa manera y es que el rubio capitán era alguien demasiado "Peculiar" Era cierto que las leyes prohíben todo tipo de contacto entre ambos mundos, pero lo que no sepa el rey no es un problema ¿O si? Nadie decía que su majestad debía de estar enterado de todo lo que sucedia en la vida de su primogénito, después de todo el no quería la vida de un rey.

- No somos súper, somos normales, nada nos diferencia de algun otro ser vivo, lloramos, reímos, sentimos todo como ustedes y como cualquier ser vivo, nos entregamos por completo a las personas que nos importan e incluso vemos mas allá de las cosas aunque parezcan no tener importancia para otros, somos "Familia" Nos dejamos cegar e incluso la ira nos impulsa cuando no vemos la luz en nuestro camino. - Dio un largo suspiro mientras cerraba los ojos, había deseado desde un inicio tener a alguien con quien hablar.

El rubio capitan por su parte dio un largo suspiro, aparentemente nada les diferenciaba, tenían los mismos sentimientos y mismos corazones, ¿Entonces porque sus mundos estaban distanciados? Nada era distinto, entendia el lenguaje de el joven castaño, le miro atento, solamente la cola era distinta, esa hermosa cola azulada que brillaba con los últimos rayos de el atardecer, el Sol que habia presenciado el primer encuentro de los dos jóvenes se iba ocultando de a poco dando privacidad a los dos corazones.

- Nada es distinto.- Solto para cerrar los ojos y suspirar. - Tenemos los mismos sentimientos, curiosidades y temores, ¿Sabes algo? Incluso ahora podría capturarte e irte a vender a la reina, seria millonario de por vida. - Escucho un grito mirando la mueca de horror de el joven triton para reír suavemente. - Es broma, no podría hacerlo, después de todo los amigos no traicionan a otro amigo solamente porque si.-

Ambos se sonrieron calmados, probablemente era el inicio de una linda amistad, un capitan varado y un principe demasiado solitario, probablemente la vida les vaya a dar una enorme y bella sorpresa, ambos seguían riendo perdiendo el tiempo entre bromas y cosas sin sentido pues parecían demasiado conectados como si hubieran sido amigos desde siempre, algo demasiado raro pues uno llenaba el hueco de el otro. Cuando la luna salia dejando su reflejo en el enorme oceano el triton le dio una bella sonrisa a su nuevo amigo para despedirse con la mano saltando al oceano.

- Nos vemos después capitan Cipher, me hace feliz haberle conocido. - Le dio una sonrisa suave mientras se hundía en el oceano, la luz de la luna le dio por completo en la cola para hacerla brillar, todas sus escamas brillaban mientras su figura se perdia en las profundidades.

- Nos vemos...Dipper....- Su sonrisa era demasiado notoria, nunca había podido comunicarse con nadie de tal manera, había sentido una conexión demasiado fuerte con el joven triton.

Había estado ocupado todo el dia por lo cual miro a su alrededor, no había podido hacer un refugio, joder, solto un suspiro mientras buscaba las cosas necesarias, hojas de palma, varitas, trozos de la madera de su nave destruida, poco a poco y con la noche estrellada fue construyendo un pequeño refugio donde viviría al menos hasta poder volver a su hogar.

Una joven sirena había observado todo con una enorme sonrisa, su cola y cuerpo estaba oculto entre unas rocas, de inmediato se hundió nadando a toda prisa a donde el joven triton se había ido, con rapidez logro alcanzarlo para lanzarse a su espalda y aferrar sus brazos a su cuello.

-¡Dipper esta enamorado!. - La castaña de cola rosada abrazaba con fuerza a su hermanita sonriendo de oreja a oreja, creyó que nunca iba a vivir para ver eso.

- ¡M-Mabel! N-no deberías de decir esas cosas ¡N-no estoy enamorado! Solamente es un amigo que acabo de conocer, un AMIGO, ademas es un humano, no me gustan los hombres. - Sus mofletes estaban completamente rojos, incluso las escamas de su rostro se habían puesto de un ligero tono rosado para desviar la mirada.

- Y yo no soy una princesa, Dipper eres demasiado obvio, eres mi gemelo y es obvio que te conozco demasiado bien, por lo tanto se que estas enamorado, incluso tus ojos han cambiado y yo te lo he dicho, no se puede ocultar el amor ¿Sabes? Tampoco soy una niña. - Picaba con cariño la mejilla de su igual, si podía hacer algo para ayudarle a ser feliz ella iba a hacer todo lo que este entre sus manos.

- ¡N-no estoy enamorado Mabel!. - La mira aun sonrojado mientras se aleja nadando, su gemela había soltado una risilla comenzando a nadar detrás de este, no se iba a rendir con todo esto y haría todo por su hermano.

Ambos hermanos siguieron nadando observando su enorme hogar a lo lejos, ambos iban pensando en distintas cosas pero con un simple pensamiento en común, un joven capitán rubio de nombre Bill.

Mi Capitán (Au Billdipp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora