Mi Capitán (Au Billdipp)

Escapemos

- ¿Venido por mi?...- Sus ojos se abrieron, ¿De que era de lo que el joven Príncipe estaba hablando?.

- Así es, se que apenas nos conocemos y todas esas cosas....pero hay problemas....con mi padre....-

- ¿Tu padre? Espera....¿Porqué siento que me estás ocultando algo demasiado importante?. - Cuestiona con genuina duda en la voz.

- Yo....mi padre es Poseidón....uhmmm y el se enteró de que no me quiero casar con alguna princesa de el océano ni continuar con el linaje de la familia Real porque....- Movía sus manos intentando buscar las mejores palabras para expresarse.

- ¿Porque?....- Su rubio interlocutor le animaba a seguir, quería saber que era lo que el contrario pensaba u ocultaba.

- Porque...esa vida no es para mi...no me imagino sentado en un trono observando a cada ser vivo mientras les digo que hacer y que no, tampoco me agrada la idea de hundir barcos humanos sólo porque se acercan a nuestro arrecife....no quiero asesinar a nadie sólo porque "Es mi obligacion" No quiero vivir con esa carga....- Admite, por una vez, por una sola vez estaba siendo honesto consigo mismo sin temor a ser juzgado, elevó un poco su mirada que hasta ahora se encontraba fija en la arena de la playa observando los ojos curiosos de el capitán rubio.

- Te entiendo...nadie quisiera tener una carga así de pesada de por vida...es horrible tener expectativas, que todos crean que debes ser como imaginan y luego sufrir porque nunca le vas a dar placer a nadie, te entiendo Dipper, realmente lo hago. - Admite cruzando sus brazos frente a su pecho, ahora entendía el pedido de el contrario. - Pero no hay manera de escapar, mi nave se ha perdido, solo hay una poca madera, y yo no puedo respirar bajo el agua. -

- Lo se, lo se, ya pensaremos en algo...¿Escaparía conmigo mi capitán?...- Sus ojos brillantes e iluminados por la luz de la Luna eran hermosos a la vista de el rubio, ambos corazones se aceleraba bailando al compás de una suave melodía desconocida.

Las mejillas de ambos jóvenes comenzaban a teñirse de un tono rosado, parecían hipnotizados por la mirada de el otro...iba más allá de su propia comprensión, pero era algo que disfrutaban, no había temor y mucho menos incomodidad, solo dos personas, dos seres, dos mundos observandose con fascinación, hasta que una brisa fría los hizo volver, no saben cuánto habían durado mirándose fijamente, y tampoco les importaba.

- Lo haré, tenemos que movernos rápido entonces, es necesario buscar madera, lianas, y cualquier cosa que sea necesaria para poder armar un barco, unas rocas nos podrían servir como martillo. - Comenzaba a idear un plan, no era momento de descansar, era momento de actuar para poder volver a casa con Dipper.

- Podría ir a dar un vistazo al fondo de el mar, allí se encuentran varias naves hundidas, tal vez alguna tenga algo que nos pueda servir. - El tritón tampoco quería quedarse atrás, tras la afirmativa de el rubio asintió para sumergirse nadando hasta un cementerio marino.

Esperaba escapar de la furia de Poseidón, pero el no se iba a someter, había reunido todo su valor, el iba a ser libre, iba a escapar de aquello que los humanos llaman "Destino" Iba a escupir en la cara de todos sus principios para poder alcanzar la tan anhelada libertad, no se iba a rendir.

Su aleta se movía con rapidez, había llegado donde estaban varias embarcaciones, en ellas se veía el óxido, el moho, se veía como el tiempo no había perdonado nada de allí, entró para mirar un baúl, ¿Qué habría dentro? Su curiosidad le sobrepasó por mucho así que segundos después ya estaba abriendo el baúl para sonreír ampliamente.

- Wow....se mira hermosa...- Ropa, collares, monedas, era lo que había encontrado en el viejo baúl, tomó unos shorts de color azul junto a una básica roja, una gorra blanca con un pino convenientemente igual al tatuaje de su brazo y un chaleco azul marino, probalemente serviría para que el capitán se los pusiera pues la ropa de el rubio estaba desgastada.

Intentó buscar algo más, pero no veía nada que realmente pudiera servirle, suspiró volviendo con las prendas entre su pecho, abrazandolas como si fueran lo más valioso de el mundo entero, quien sabe, probalemente lo sean, un pequeño regalo para el humano que le apoyará en su locura.

Minutos más tarde se encontraba en las orillas de la isla, observó en silencio al joven rubio que peleaba con un trozo de madera, miró una cuerda, algunos trozos de madera...no...no iban a poder escapar, pero ese pensamiento desapareció al escuchar una campana, el la reconocía, son las campanas que tienen las naves humanas, nadó hasta detrás de una roca observando como se detenían en la isla y el rubio iba para allá.

"Oh no....me va a dejar...." El miedo y tristeza se apoderaron de el, cerró los ojos temblando para ser envuelto por una luz suave de color azul, prontamente su cola desapareció dándole dos piernas, sus orejas y agallas desaparecieron por completo, sus dedos comenzaban a ser como los de un humano, abrió los ojos sorprendido soltando un fuerte grito asustado haciendo que el rubio volteara de manera súbita a el.

Sus ojos se abrieron de golpe, el joven Príncipe se sostenía de una roca mientras en la otra llevaba la ropa aferrada a su cuerpo, sus orejas, agallas, todo había desaparecido por completo.

- ¡B-Bill!. - Chillaba en medio de su ataque de pánico, sin pensarlo dos veces el rubio se lanzó al agua para ir por el, al acercarse se sorprendió aún más observando su rostro y sus piernas.

- T-Tú....eres un humano....- Grandiosa observación, pero fue lo único que alcanzó a articular.

- N-No se que me pasó....t-tengo frío...sácame de aquí Bill...- Y sin pensarlo demasiado con su brazo libre se aferró al cuello de el contrario, ahora no podía nadar sin su aleta, aquello le daba miedo pero un poco de alegría, tal vez así....sus sentimientos serían finalmente correspondidos.