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- ¡No soporto más esto, es una maldita mierda!

- ¡Tú fuiste la que pidió esta discreción desde el comienzo!

- ¡SI! Lo hice por ti, porque sabía lo importante que era mantener tu reputación en Luna Nova, pero han paso 5 años ¡5 MALDITOS AÑOS DIANA! en donde debo seguir ocultando quien eres ¿Sabes lo que siento cuando me entrevistan y me preguntan si tengo una persona especial y solo tengo que decir que no?

-Akko yo...

- ¡TU QUE! A ti solo te importa que no te relacionen con la nueva Chariot para que tu estúpido apellido no se vea afectado.

-No hables así de mi familia! Tu sabía que teníamos que hacer esto desde el principio y aun así lo aceptaste.

-LO SE! - El grito de la joven asiática se escuchó en toda la habitación, fue un grito puro lleno de tristeza y resentimiento- No sabes cuan arrepentida estoy de haber decidido eso, pero ya no, no quiero esto, yo no puedo seguir más con esto.

El gesto de Diana cambió inmediatamente, el enojo que sentía cambió de inmediato a miedo- Akko yo solo te pido un poco más- Diana se acercaba lentamente a Akko y el tomo de su rostro para verla directamente a los ojos- Un año más, eso necesito.

-Diana yo- la chica asiática fue interrumpida por los labios de Diana.

Una vez más el sabor de esos labios la haría olvidar su enojo.
La intensidad del beso comenzó a subir, Diana comenzaba a bajar sus manos y acariciar su cuerpo. Sentir esas suaves manos por su espalda hacia que Akko olvidar todo, su cuerpo se dejaba guiar por el instinto que solo le exigía más.
Se separó del beso y mostró su cuello a Diana y estaba sabía que era lo que su amada quería.
Comenzó a besarla desde sus mejillas para bajar a su cuello, comenzaba a besarlo con urgencia mientras mordía con cuidado algunas partes.
Los gemidos de Akko comenzaron a aturdir los pensamientos de Diana, ese glorioso sonido la hacía querer más.
Levanto a Akko y la llevo a la cama, su amada tenía esa mirada que le imploraba más y ella no se lo iba a negar. Comenzó quitando su blusa para poder admirar sus pequeños pero hermosos pechos, los acariciaba con la punta de sus dedos, esa era la sensación más erótica del planeta.
Akko por su parte estaba endiosada con las sensaciones que la hacía sentir esa maldita rubia que tantos problemas le traía. Estaba tan sumergida en el placer que no supo cómo Diana se deshizo de su sostén y ahora succionaba sus pezones. Diana tenía un doctorado en a la hora de hacerla sentir placer el sentir como su lengua jugaba con sus pezones la volvía loca, solo podía sentir como su entrepierna se humedecida como si fuera un río entero.

-Diana por favor- La rubia seguía jugando con su cuerpo y ella solo sentía como su entrada palpitaba de la necesidad de sentirla dentro- Diana amor porfa ¡Ahh!- La rubia la sorprendió metiendo 2 de sus dedos sin aviso alguno.
Diana estaba sorprendida de su habilidad, Akko estaba tan sumida en el placer que primero no noto como se deshizo de su sostén y tampoco noto como le arrebato su ropa interior sin embargo amaba cuando pasaba eso.
Habían pasado 4 meses sin poderla hacer suya, la gira de Akko duraría un año y medio así que verla era algo imposible, aparte su propia agenda estaba tan saturada como la de su amada y ahora que habían podido coincidir no iba a perder la oportunidad de sentir su cuerpo.

El cuerpo de Akko en ese momento ya no le pertenecía, sus manos arañaban la espalda de Diana, jalaban de los cabellos rubios y los gemidos que salían de su boca posiblemente se escuchaban en todo el piso del hotel. Para Diana todo esto era aún más excitante, ver como Akko perdía el control solo la hacían querer completar su meta y hacerla termina. Sus embestidas comenzaron a aumentar su ritmo, pero para Akko parecía no ser suficiente, Diana sabía que Akko quería más y ella sabía qué hacer. Comenzó a mover sus dedos dentro de Akko haciendo que esta estirara y Diana pudiera ver su cuello esto la volvía loca.
Como si fuera un vampiro Diana arremetió igualmente con el cuello de Akko, mordía y dejaba marcas en su amada. Akko apenas y podía respirar el placer estaba en su punto máximo ya no podía resistir más.

- ¡Diana! - Su cuerpo se liberó de toda tensión parecía que había tocado el cielo.

-Te amo Atsuko- Dijo Diana mientras se recostaba en su pecho.

-Y yo a ti Diana. - Contesto casi sin aliento sonriéndole a la mujer que ama.

Habían pasado algunas horas, la noche había llegado y ni siquiera lo había notado. Después de su encuentro con Diana ambas habían caído rendidas en los brazos de Morfeo.
Akko despertó tal vez pasadas unas cuatro horas, no quería despertar a Diana parecía estar disfrutando de su siesta así que solo se dedicó a acariciar su espalda y pensaba en los buenos momentos que habían tenido juntas, sin embargo, también recordó las múltiples pelas y las veces en que Diana le había prometido exactamente lo mismo ¿Cuantas veces fueron? En estos 5 años ya había perdido la cuenta y no quería contar los 2 primeros años de su "noviazgo" en donde ella ni siquiera le pidió a Diana que le dijera al mundo de su relación ya que era consiente que eran demasiado jóvenes y decir que ambas salían le causaría problemas en Luna Nova, pero ahora ya estaba cansada.
Miro a la dueña de su corazón y pensó si debía de seguir con esto ella sabía que Diana nunca iba a tener el valor de decir que eran más que buenas amigas pero quería creer que algún día el amor ganaría pero ya había perdido la esperanza.

Comenzó a guiarse por su lógica y se levantó con cuidado para no despertar a Diana, esta se veía hermosa la luz de la luna hacia ver su piel aún más brillante. El corazón de Akko estaba hecho pedazos estaba a punto de hacer algo que nunca pensó que haría, pero ya no podía seguir así, viviendo en una farsa de algo que jamás sucedería.

Busco su ropa y bolso, de este saco un plumón y busco una hoja de papel para escribirle una despedida a Diana, dejo la hoja a un lado de Diana y con cuidado salió de la habitación.
Apenas llegó al elevador y comenzó a llorar, su corazón le pedía que regresara que aún podía regresar y seguir a lado de su amor pero su sentido de la lógica le pedía que no lo hiciera que las cosas jamás cambiarían.
Llego a recepción y solo tenía 2 opciones dar un paso fuera o quedarse dentro y volver con Diana pero la batalla que estaba en su interior no le permitía moverse solo las lágrimas salían de sus ojos. Nunca en su vida había pensado en esto, pero solo quería una señal ya fuera de algún Dios en el que nunca creyó o del destino, solo necesitaba una señal.

-Oye idiota te vas a quedar ahí o te vas a mover- Un hombre mayor la empujó y la hizo quedarse fuera del elevador- No todos tenemos tu tiempo basura. -Akko abrió sus ojos con sorpresa mientras veía como el hombre quedó dentro del elevador y ella fuera.

Akko solo salió caminado directo a recepción, ese hombre había tomado una decisión por ella y aunque no fue la manera en la que ella quería parecía que el destino le dio la señal que buscaba.

Entrego la tarjeta de su habitación y salió del hotel, metió la mano en su bolsillo para sacar su celular, busco el número de su mánager y pulso la opción de llamada.

Después de escuchar el sonido de timbre por 3 veces sintió que tomaban su llamada.

-Akko pensé que tendría noticias de ti hasta el día de mañana ¿cómo van las cosas?

-Chariot acabo de terminar a Diana- La joven asiática escuchó un silencio abrupto por un momento, Chariot parecía estar sorprendida- Es para siempre Chariot, esta vez lo es.

-mándame tu dirección, voy por ti

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora