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- ¿Cuando eras niña como te imaginabas tu boda?
-Pues no lo sé, en Japón solo asistí a 1 boda en toda mi vida y fue algo muy sencillo. Fue una pequeña recepción con menos de 30 personas.
-Pero nunca viste bodas en fotografía o en películas?
-Claro! De ahí nace la idea que tuve ¡Quiero ver muchas flores blancas!
-Akko, pero las flores no pueden ser lo único en lo que pienses.
-Lo sé! De mi vestido no quiero hablar, ¿sabes? Quise tener un vestido discreto, nada vistoso, algo que me haga ver como "Mira que sencillo vestido, pero como se ve hermosa" no algo como "Que hermoso vestido, la hace lucir muy bien".
-Entonces... quieres lucir tu vestido no que tu vestido te luzca a ti.
-Mejor no lo pudiste decir amor. -Diana sonrió por la irreverencia de su esposa. - En serio agradezco a las nueve que Chariot te tenga una paciencia única y allá aceptado organizar nuestra boda.
- ¡Ella es mi mamá! Hacer todo esto es casi por así decirlo ¡Ahg!
-Sucede algo?
-Las niñas parecen ¡Ay! Parecen creer que mi vientre es un ring de pelea.
-Chicas por favor- Diana apoyo su rostro en el vientre de Akko y comenzó a acariciarlo- Sabemos que están ansiosas por vernos, nosotras también lo estamos, pero deben de portarse bien, mama Akko debe dormir por las noches y cada que usted la patean la lastiman- Y de pronto pareciera que las niñas podían escucharlas y cortaron su pelea.
-Eres maravillosa Diana
-Solo intento ser una buena madre. -Diana beso el vientre de su amada antes de abrazarla y quedar dormidas lo más rápido posible para festejar su gran día.
Al formalizar y hacer pública su relación Diana y Akko decidieron comenzar a vivir en la casa de los Cavendish sin embargo Akko había comprado una casa en el pueblo para tener un lugar más privado en caso de ser necesario. En su respectivo momento el saber que estaba embarazada fue algo muy fuerte para Akko, siempre había imaginado lo que sería tener hijos con Diana sin embargo el recibir la noticia la hizo sentir un enorme miedo en su pecho. Miles de dudas e inseguridades llegaron a su cabeza, pero en cuestión de minutos ya estaba festejando con Diana el hecho de que serían madres. Durante todo su embarazo Akko recibió la mejor atención médica disponible, pero no podía evitar sentirse preocupada porque su vientre no se abultaba pero eso le permitió poder entrar a su vestido de novia sin problemas. Por su parte Diana quiso ser rápida con el tema de la propuesta y la boda, no quería darles un mal ejemplo a sus hijas, quería que ellas al crecer tomaran en serio lo que es casarse y tener hijos así que una semana después de que Akko y ella se instalaron en la finca le pidió matrimonio de una manera más adecuada a diferencia de la primera vez que lo hizo.
La boda seria mañana, se realizaría durante el séptimo mes de embarazo. En este tiempo Akko ya había subido más de 10 kilos, pero no perdió su figura y su vientre no parecía querer abultarse.
