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Su vida no era la mejor de todas pero por lo menos comía papas fritas casi todos los días, ¿no? Bueno, no era el mejor siendo positivo pero esperaba con el tiempo poder serlo sin esfuerzo.

No vivía como un poderoso rey, para nada. Nunca podría ser el rey de nada. Tenía un poco de belleza a su favor pero no lo suficiente para ser un exitoso modelo. Era inteligente pero carecía de posibilidades para estudiar y ser alguien mejor. No tenía ningún talento que lo hiciera destacar pero sabía hacer un delicioso Frappuccino igual al de Starbucks. ¿Eso lo ayudaría en algún momento de su vida? Definitivamente, no.

Aunque... sus compañeros de trabajo decían que tenía un excelente cuerpo. Curvas bien definidas, piernas esbeltas y largas y una diminuta cintura que nunca lucía, quizás podría, bueno, conseguir a alguien que...¡No, no, no! ¡Jamás! Jung Hoseok nunca se vendería por unos cuantos lujos que claramente no eran esenciales, como joyas, comida deliciosa y costosa o ropa que no podría comprar ni con un año de trabajo.

No era necesario pero le gustaría demasiado tenerlo.

"No eres pobre, Hoseok, solo tienes menos dinero del que quisieras"

Una frase hecha por y para el mismo, todos los días la recitaba, en cada momento para no sentirse tan miserable. La había creado para un trabajo de universidad (cuando asistía), simplemente debía crear una frase profunda que hiciera pensar a más de uno. En su mente, era lo más inteligente que había pensado, no era muy motivacional pero bueno. Tuvo el positivismo hasta que reprobó la materia por esa estupidez.

En fin, cada día era un nuevo desafío que de vez en cuando lograba que estuviera entretenido, ventajas de ser pobre, ¡no! ¡No era pobre! Ventajas de ser clase media ultra baja, sí, eso era mejor.

En ese instante, Hoseok estaba tirado en el piso de su habitación. El frío era algo muy normal en su vida, por razones que desconocía solía tener frío todo el tiempo, además el lugar donde actualmente vivía no era el mejor.

Su mirada estaba plantada en los papeles a su izquierda, los cuales informaba que si no pagaba el alquiler se verían obligados a echarlo del sitio a la fuerza. No los culpaba, llevaba meses sin pagar el alquiler pero no podían tirarlo a la calle como un perro, o eso creía. Lo comprobaría en dos días.

¿Por qué le iba tan mal en la vida? No creía en esas cosas de la mala suerte, pero habían veces en las que creía haber pasado debajo de una escalera cuando un gato negro rompió un espejo al mismo instante en el que abría su paraguas dentro de la casa.

Todo estaba mal sin su hermana. Decir que la extrañaba no era nada a comparación de lo que sentía, su vida se había vuelto oscura y silenciosa sin la compañía de Jihyo. Una chica que alguna vez fue el pilar de su vida, su sonrisa reconfortante y los abrazos que lo hacían sentir bien no volverían jamás. Por eso su vida se desmoronaba de a poco, ¿cómo podía seguir? Estaba solo y tenía asegurado que moriría de varias formas:  desnutrido, de hipotermia o extrañando a su hermana.

Hoseok estaba muy agotado, el dinero escaseaba y las ideas se acababan o simplemente no eran para nada prometedoras.

Su tristeza fue interrumpida por su estómago, aquel rugido le recordaba cuán hambriento estaba y que no había comido hace ¿cuánto, exactamente?  Si no fuera por el estúpido de su jefe, podría haberse llevado aunque sea la basura del local con eso le bastaría para poder vivir unos días más.

Un día... peculiar.

⇇Sassy Hybrid⇉[Yoonseok/Sope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora