El sonido de la televisión llama su atención. Sólo se escuchaban risas chillonas y el relato de un niño sobre la amistad, es allí donde comienza a analizar la situación: estaba viendo una película infantil, hecha para niños. Automáticamente un rubor se pinta en sus mejillas, Hoseok se sentía tan avergonzado y agradecía estar solo en ese sitio.
Desvió la mirada por toda la casa, y es entonces que recuerda por qué veía aquella película. La casa estaba impecable, todo brillaba. No puede evitar sonreír con superioridad ante lo orgulloso que estaba de sí mismo, pues él había limpiado sin ayuda de nadie. Aunque se sentía bien, también estaba aburrido, no había nada entretenido para hace y por ello estaba allí.
Hoseok apaga el televisor, no quería sentirse tan... ¿Raro? Cuando el silencio se presenta, sabe que fue una muy mala idea acabar con su fuente de entretenimiento, sin embargo no hace nada más que permanecer quieto esperando que algo suceda.
Entre tanto silencio, siente su corazón detenerse al mismo tiempo que expande los ojos y un miedo inexplicable lo acapara. La razón era Yoongi, el gato raro. No estaba cerca suyo y no recuerda la última vez que lo vio, mira el plato de comida, el cual aún conservaba las croquetas intactas.
Quería llorar.
Es inevitable comenzar a pensar posibles cosas que le hayan sucedido al gatito, no quería imaginar algún accidente o situaciones similares. Además, lo que lo enloquecía era el cargo de consciencia que tendría que lidiar si Yoongi no aparecía y, por supuesto que Seokjin lo mataría por no haber hecho nada bien. Lo busca con desespero por toda la casa mientras siente sus ojos humedecerse.
Hoseok entra a toda las habitaciones, donde lo único que encontraba era ese silencio que lo hacía sufrir. Su ceño se frunce cuando observa una puerta desconocida, no recordaba a Seokjin mostrándole dicho lugar, eso lo extrañaba. Por curiosidad intenta abrirla, pero falla, estaba totalmente cerrada y no había ninguna llave cerca. Cada vez se siente peor y las ideas locas se vuelven más constantes.
Escuchó un maullido, uno muy leve y lejano que lo obliga a bajar las escaleras con una rapidez increíble, tanto que le sorprende no haber caído en el segundo escalón. Lo escucha aún más cerca, sus sentidos se agudizan hasta llegar a la puerta, donde los mullido eran más fuertes.
Yoongi está allí, sentando en la entrada de la casa. Su pelaje estaba alborotado, parecía agitado, el aspecto dilatado de sus ojos eran una clara muestra de ello.
-¡Yoongi! ¡Casi muero y espero que tú no! -chilla, alertando aún más al gato estresado. Siente aquellos latidos intranquilos cuando lo pega a su pecho, acariciando sus orejas. -¿Dónde estabas, travieso? -pregunta, esperando una respuesta que nunca recibirá. Aunque por las facciones del gato deduce un "no te interesa" como respuesta.
Esa noche, miraba a cada instante al gato. Ese miedo de que se vaya aún estaba allí, además tenía la teoría de que Yoongi era un gato problemático, no se sorprendería si lo viera con rasguños en su rostro. Eso no era todo, mientras trataba de dormir una pregunta rebotaba en su mente:
¿Por qué Seokjin no lo había llamado?
Tuve un bajón y recién ayer comencé a escribir, perdón. 😔👊
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⇇Sassy Hybrid⇉[Yoonseok/Sope]
FanficYoongi es un híbrido de gato, y ¡oh! Un descarado de nacimiento, pero no con todos, no, no. Se convertía en un total desvergonzado por y para Hoseok, ese chico con un excelente cuerpo y sonrisa. ⊱Historia 100% mía. ⊱Yoongi top. Hoseok bottom. ⊱Erro...