⇇Sassy Hybrid⇉[Yoonseok/Sope]

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-¡No, papi! ¡Yo quiero ese juguete! ¡Dile a ese hombre que me lo de! -gritaba histérica una pequeña niña caprichosa y, notablemente, mimada por su padre, un viejo adinerado de primera-

Oh, sí. Hoseok estaba en las primeras horas de su infierno.

No sabía qué odiaba más de su trabajo, que las familias vayan allí intentando lucir felices y unidos cuando el padre le estaba poniendo los cuernos a la esposa o el simple hecho de estar allí por una miseria de dinero.

-Nena, papá no puede hacer nada si no hay más de esos juguetes. -explicó el padre. Su tono de voz dulce y suave, tanto que Hoseok creyó por un momento que era un buen tipo-

-¡No! ¡Yo quiero eso ahora! ¡Ya, ya, ya! -desgañitaba la mocosa-

-Claro, nena. -le respondió con una sonrisa enorme. Él se volteó a mirarlo- ¿Podrías buscar ese juguete, lindo? -guiñó su ojo, relamiendo sus labios de una forma que asqueo a Hoseok- Tal vez luego pueda devolverte el favor, ya sabes.

-Señor, le pido que se ubique. Le recuerdo que tiene una hija y de segura una esposa. -expresó Hoseok conteniendo su ira. El hombre rió con sorna- ¿qué es gracioso?

-Lindo, necesitas desestresarte un poco. Reitero, puedo ayudarte con eso.

-Deje de llamarme "lindo", me da asco que un hombre aparente ser decente cuando es todo lo contrario. Mejor preocúpese por criar a su hija. -la gente de a poco comenzaba a verse atraídos por la situación bochornosa. Hoseok había notado la mitad de su jefe lo cual no era un impedimento para decir lo que pensaba-

-Deberías ubicarte. Te recuerdo que solo eres un mesero y que comprando esto estoy pagando tu sueldo.

-¿Y usted? Dígame, ¿quién se cree? Oh, ¡ya sé! ¿Se cree importante solo por comprar una hamburguesa en un estúpido McDonald's? Oh, Dios, ¡qué importante es usted!

-¿Por qué no te callas y traes el juguete?

-¿Por qué no se mete su juguete en...

-¡Hoseok! -le gritó su jefe, deteniendo sus palabras- ¡Est...

-No gaste su saliva, renuncio.

Hoseok había arrojado el uniforme seguido de ello lo había pisado como si fuera la cara de su jefe. Tanto era su enojo que le había mostrado el dedo medio a todos los del sitio, todos, sin excepción. De sus puros labios había salido todas las groserías que nunca dijo en su vida mientras tiraba algunas cosas al suelo.

¡Boom! Hoseok había explotado como nunca lo había hecho.

Se había quedado sin trabajo y sin dinero asegurado, ¿cómo se sentía? Perfecto, vivo, feliz. Una clara muestra de que reprimir tus ideas y pensamientos no es bueno, definitivamente la mejor decisión de su vida.

A ese punto, ¿qué más daba? Lo iban a despedir por ser muy lento. Pagara o no el alquiler, lo iban a echar en algún momento.

[...]

2:00 AM.

La pequeña campana del negocio sonó en cuánto Hoseok ingreso al sitio. Era hora de un momento emocionante después de todo, quería liberarse de la presión que sentía.

Una pequeña sonrisa fue dirigida para el hombre detrás del mostrador. Algo que había aprendido era que al entrar debía verse muy confiable y angelical, como un típico cliente y no verse como un... ladrón.

No robaba bancos o el dinero de la caja registradora, mucho menos tenía un arma, lo cual era obvio porque ni siquiera tenía para alimentarse. Simplemente robaba cuando la situación lo ameritaba y vaya que lo ameritaba, tenía mucha hambre.

Una soda y una bolsa de frituras fueron escondidas en su chaqueta, entonces debía irse. El escape se vió interrumpido muy de repente cuando su vista se volvió borrosa, por poco tiraba todas las cosas pero pudo ignorarlo sacudiendo su cabeza. Aplastó sus bolsillos en señal de que había olvidado el dinero, el cajero sonrío sin problema alguno y se sintió como la peor mierda existente.

Antes de poder pisar la libertad y la satisfacción, Hoseok dejó de ver con claridad, su vista era aún más borrosa luego de segundos. Esta vez, no fue capaz de librarse sacudiendo su cabeza.

En tan solo un leve lapso de tiempo, Hoseok se encontraba completamente desmayado en el suelo.

Robar no era lo suyo.