-me siento indignado –me dijo mi hermano- ¿Por qué nunca me dijiste que eras una loba blanca de tres veces mi tamaño?
-era mi secreto, Jake –le dije socarronamente-
-claro, pero tampoco me dijiste que tú eras la alfa y no yo –dijo enojado- eso no vale, me lo tuviste que haber dicho.
-era mi decisión, Jake, yo sabía que hacer. Ahora hermanito que me viste dudo que me quieras irritar demasiado, porque enserio no solo soy más grande que tú, también más fuerte –dije guiñándole el ojo-
-es injusto, ¿Por qué eres tan grande? –Me pregunto curioso Seth-
-porque yo fui la primera en convertirme –susurre-
-no, el primero fue Sam –me dijo Embry-
-les contare una historia, cachorros –le dije y se oyeron algunas quejas alrededor de la fogata, pero Jacob los callo- hace 4 años exactamente hoy cumplidos, yo estaba en la secundaria, estaba feliz con mis amigos, disfrutando la vida que me había sido otorgada, hasta que ese asqueroso olor recorrió mis fosas nasales. Solo yo lo capte, mis amigos me miraron desconcertados porque deje de caminar. Busque la fuente de ese olor y la encontré. Era una rubia, parecía de unos 13 años, ella me miraba fijamente y note que sus ojos eran de color carmesí, ella me sonrió muy macabramente y yo solo podía mirarla, mi mejor amigo en ese entonces camino hasta a ella y la abrazo, le susurro un hermanita sabiendo que esos mounstros están prohibidos aquí, aunque aún no se supiera la leyenda, es obvio, el olor te lo dice enemigo, ella solo me miraba y yo a ella. No podía despegar la mirada de esa chica. Mi mejor amigo siguió la mirada de su hermana y me miro, se quedó impresionado. El me llamo y yo salí, detrás de nosotros venia su hermana. El me tomo de los brazos y ella de las piernas. Tenerla tan cerca hizo que mis genes se activaran y me transforme. El chico mostraba miedo, pero ella no. Me tomo de nuevo y me puso un paño en la boca. Yo me desmaye, solo oía su voz diciéndome que era una bestia, que tenía que salvar a los de su especia y que yo era un riesgo para la humanidad. Me encerraron en las puertas de Atenas, donde me encontraron, ahora siempre que huele a ella me descontrolo, la novia de Jake y su familia huelen demasiado parecido a ella. Carlisle está descubriendo quien fue los que me metieron ahí. Yo fui la primera metamorfa en entrar en fase.
-Meghan… -susurro Jake- no sabes cuánto lo siento…
-yo no, Jake, gracias a esa pequeña zorra me di cuenta de lo que soy, sin ella ahora seguiría siendo yo.
-pero te perdí tanto tiempo sin saber dónde estabas –me dijo abrazándome- no sabes enserio cuanto lo siento –me susurro-
-nosotros bueno, no la mayoría te conocía, Megh –dijo Sam- pero los que lo hacíamos te extrañamos, y demasiado. Tú eres nuestra alfa, y te seguiremos a donde vayas y destruiremos a los que te hicieron esto, no lo dudes
-no lo dudo, mis cachorros. Pero no los pondré en ese riesgo
-nosotros lo elegimos –dijo Quil- nosotros elegimos morir para proteger al alfa, y tu eres nuestra alfa Meghan.
-¡SI! –Gritaron todos los lobos-
-entonces mis chicos, empieza la caza –le dije sonriendo y todos festejaron y tomaron comida que llevamos- descansen bien, perros, porque mañana mataremos a todos los que los dejaron sin alguien que explicarles lo que pasaba –dije mirando a Sam- y vengaremos eso. Porque con los lobos, nadie se mete
-¡SI! –gritaron todos-
-demuéstrenlo mis bestias, maten a todos los que se interpongan en ello, excepto humanos.
Todos festejaron que su alfa había regresado, estaban felices, los lobos comieron demasiado y cuando terminaron el octavo juego de americano, todos se fueron a dormir. Pero el teléfono de los Black sonó.
-¿Quién habla? –pregunte-
-¿Meghan? Habla el doctor Cullen
-¿doctor? ¿Qué pasa?
-Meghan, ya descubrí quien te metió ahí…
-¿Quién? –le pregunte rápido-
-es una medio vampiro que no sabíamos que existía, es como Renesmee, solo que Nessie es mas humana y la otra es más vampira.
-¿Cuál es su nombre?
-Jane Vulturi, pero, está protegida por los vampiros más fuertes…
-y ¿tú crees que me importa? La matare
-primero deja que te explique todo, por la mañana ven a mi casa.
-te veo allá.
