Pensaba que todo iba a ser perfecto, libre de preocupaciones y sin ningún problema. Todo cambió en ese momento que decidí abrir la puerta y chocar mi mirada con él.
Ikebukuro. El distrito de Tokyo donde reinan los grupos mafiosos con no-muy-buenas intenciones y las coincidencias más raras posibles. Bueno, al menos eso es lo que leí anoche en un foro de Internet.
Acabo de mudarme a un pequeño apartamento cerca del centro de la ciudad. Hace poco me contrataron como dibujante para una nueva serie anime que se estrenará próximamente.
El aroma de mi pueblo natal ya lo tenía más que conocido y buscaba cambiar de aires en la amplia ciudad.
Al llegar, después de horas de viaje, lo primero que hago es dejar las cosas en una esquina del salón. Mañana las colocaré, estaba demasiado cansada como para colocarlas ahora.
Me tumbé en el frío suelo boca-arriba, contemplando el techo con poco interés. Lo único en lo que podía pensar ahora es en cerrar los ojos y dormir todas esas horas que no pude pegar ojo por culpa de la emoción de estar en un sitio nuevo.
–Ahhhhhh!! !Que cansancio¡– bostezo
Al segundo que mis párpados se cierran, escucho varios golpes en la puerta. Que raro, no conozco a nadie en este barrio y mucho menos esperaba visitas en mi primer día.
Abro la puerta y, para mi sorpresa, me encuentro cara a cara con un chico de pelo negro alborotado portando un abrigo y una camiseta en forma de V del mismo color. Por alguna extraña razón, mi cansancio se esfumó de repente.
– Soy Takashi Karishawa, te vi llegar con varias maletas que se veían pesadas y pensé que necesitabas ayuda.
– Vaya, pues... acabo de subir todas mis cosas al piso, pero agradezco la ayuda. ¿Quieres pasar y tomar algo? – me pongo a un lado de la puerta para dejarle pasar.
– Agradezco la oferta, pero tengo cosas que hacer, solo me paré un momento para poder ayudarte – dice con una sonrisa de lado que lo hacía ver increíblemente atractivo.
– No importa, otro día será, espero que nos volvamos a ver pronto Karishawa~San
– Lo mismo digo, disfruta de tu estancia en Ikebukuro (T/N)~Chan – con una amplia sonrisa, se da la vuelta para bajar las escaleras e irse.
Cierro la puerta y voy hacia la cocina a por un vaso de agua para saciar la sed que me acababa de dar.
No pensé que en mi primer día en este lugar iba a conocer a un chico tan guapo y amable, la forma en la que me preguntó si necesitaba ayuda y...
Espera, ¿Acaso yo le he dicho mi nombre?
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Fin del primer capítulo. Sayonara!
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