II. De un intruso en casa y molestas almas gemelas

386 45 84
                                    

—Bueno, si no hay más informaciones o temas a tratar, son libres de retirarse. Gracias por su asistencia y que tengan muy buenas vacaciones, espero verlos a todos el otro año. —El profesor fue el primero en abandonar la sala, donde los apoderados se habían reunido.

—Oh, Krolia. —La suave voz de la madre del alma gemela de su hijo la hizo voltearse con una sonrisa.

La mujer era agradable, Krolia debía concederle eso, pero siempre insistía en que sus hijos deberían juntarse a jugar para mejorar su relación. La de cabello azabache tenía claro que su ratoncito no quería tener nada que ver con el moreno y respetaba su decisión.

—María. —Se saludaron con un beso en la mejilla—. ¿Qué pasa?

—Como ya están por empezar las vacaciones, Rachel me ha hinchado¹ que la deje hacer una pijamada con Acxa, y quería hablar contigo para ver si le dabas permiso.

Cierto: sus hijas, a diferencia de los niños, eran muy buenas amigas. Esa invitación la tomó por sorpresa. Aun así, sería la primera vez que su pequeña ratona iría a la casa de los McClain, no estaba segura de si lo mejor sería que se quede a dormir.

—Si quiere, Keith también está invitado; sabes lo que opino sobre que él y mi Lance deberían ser más amigos, después de todo, están destinados. —La mujer sonrió con entusiasmo.

Si había algo que Krolia admiraba de María, era su personalidad tan risueña y alegre, era una mujer muy dulce y atenta. Quizás, si Lance era aunque sea un poco como su madre, podría ser una buena influencia para que su hijo sea más abierto con las personas y un tanto menos malhumorado.

Sí, podría funcionar.

—Está bien, tú ganas. —La mujer la miró con asombro—. Keith y Acxa se quedarán a dormir en tu casa.

Quedaron en acordar los detalles por WhatsApp y se fueron a sus propias casas, donde sus hijos se encontraban ya durmiendo puesto que era bastante tarde y sus horas de dormir habían pasado hace mucho. No era como si los mellizos Kogane no hubieran tratado de esperar a su madre despiertos lo más que pudieron, pero cayeron rendidos pasadas las diez de la noche, la mujer tuvo que llevarse a sus hijos en brazos hasta sus respectivas camas, ya que se habían dormido en el sofá de la sala.

Al otro día, ambas mujeres ya habían acordado que ese fin de semana los niños podrían hacer la pijamada, ya que las clases terminaban el jueves. María se había comprometido a informarle a Krolia de todo lo que sus hijos hicieran y se encargaría de que se cepillaran los dientes antes de dormir.

Cuando la mayor de los Kogane les informó a sus hijos sobre la pijamada, recibió dos reacciones contrarias. Como era de esperarse, Acxa estaba más que feliz, y agradeció a su mamá con un abrazo y un beso en la mejilla, chillando de aquí para allá; y con la emoción de la noticia, ya había hecho su mochilita para la pijamada, aunque aún faltasen tres días para el fin de semana. Por otro lado, Keith se cruzó de brazos e hizo una pequeña rabieta porque sabía que tendría que ir con Lance, y no quería. Tampoco quería jugar juegos de niña –su hermana lo golpeó por ese comentario y Krolia lo regañó–, pero prefería eso a tener que estar en la misma pieza que Lance.

En la casa de los McClain, las cosas fueron más explosivas que un simple intercambio de palabras. Rachel estuvo todo el día chillando y preguntándole a su mamá sobre juegos divertidos, recordándole a sus hermanos y padre que su mejor amiga se quedaría a dormir. Lance se negó rotundamente a dejar que Keith entrara a su casa, discutió con Rachel y quiso obligarla a que cancelara su pijamada. Al ser regañado por su madre, se encerró en su pieza dando un portazo, escondiendo sus juguetes favoritos –todos– para no tener que compartirlos con el niñito nuevo.

De Dos Weones Complicados y Almas Gemelas [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora