Cruzar la puerta del complejo donde se impartiría su primera clase de karate fue de las cosas más desagradables que Keith había vivido en sus diez años de vida. Su reticencia era más que nada por un orgullo dañado y cabezonería: había dicho que no quería venir, así que no quería venir.
Bien, había dos razones por las que hoy se encontraba aquí: la primera, era Acxa. Su hermana había estado insistiéndole días a su madre para poder apuntarse a fútbol. Entonces la mujer tuvo la grandiosa idea (no) de que su otro hijo también hiciera alguna actividad de su gusto. La segunda razón, que era la que tenía su estómago apretado en molestia, era que su madre creía que esto le ayudaría a hacer amigos y despegarse un poco de su melliza, no importaba cuánto él se negara. Tener una buena relación con su hermana era bueno, por supuesto, su mamá no querría otra cosa; sin embargo, debía ampliar su círculo social más allá de eso. No podía vivir de ella y de sus amistades, debía crear la suyas propias. Se sentía ridículo aquí parado con el objetivo de hacer amiguitos para contentar a su mamá. Seguro que no haría ninguno y tendría que mentirle para que le dejara un poco en paz con el tema.
Es que esa era la misma razón por la que no dejaba de insistir en que su familia y la de Lance se juntaran de vez en cuando, con lo insoportable que era ese niño. A ella le gustaba fingir, cuando él le ponía mala cara, que compartían con esa gente por Rachel y Acxa, pero él no era tonto. Todos esperaban que él y Lance bailaran bajo un arcoíris de felicidad y brillantina solo por ser almas gemelas, lo que no iba a pasar.
La cola de caballo de su hermana se balanceaba frente a él gracias a sus alegres pasos. Estaba mucho más emocionada por una actividad que ni siquiera iba a hacer ella que él mismo. Era lindo verla así, ya que lo usual era que estuviera calmada, muy controlada. Era incluso más silenciosa que él. Bueno, cuando jugaban juntos gritaban y se exaltaban mucho como los niños que eran, sí, pero cuando jugaban por separado ambos eran bastante tranquilos.
Acxa giró la cabeza con una sonrisa, como hacía cada pocos pasos, buscando los ojos junto a la reacia y forzada sonrisa de Keith. Le hacía comentarios sobre lo grande que era el lugar y cuánto le gustaría venir aquí, pero si le daban a escoger, sin duda prefería ir a fútbol en la escuela. Era una de las cosas por las que tampoco quería venir, si su hermana le hiciera compañía, esto sería mucho más ameno.
Krolia, detrás suyo, los seguía sin perder el ritmo hasta que se plantó en la recepción para hablar con la mujer que los atendió con una sonrisa. Llegaban temprano, por supuesto, su madre se negaba a menos que eso en su primer día, por si surgían contratiempos. El grupo en el que habían colocado a Keith, el de principiantes entre siete y doce años, iniciaría la lección en diez minutos. Hasta entonces se mantuvo sentado en una silla de espera de plástico balanceando sus pies, la cara contraída en un ceño fruncido que nunca menguó pese a los intentos de animarle de su madre, para dejar en claro su disgusto.
Acxa hablaba emocionada con Krolia de Rachel. Su amiga le había dicho que Lance también hacía fútbol y que podría acompañarlo para ir a verla jugar algún día. Keith sentía un poco de envidia. Él quería un amigo así, alguien con quien se llevara tan bien (aparte de su hermana). Rachel era su amiga porque pasaba mucho tiempo con ellas dos, sí, pero no eran tan cercanos. Y lo entendía, pero quería su propio amigo especial. Un mejor amigo.
En ese momento se abrió la puerta de entrada. En un principio no le dio importancia, había estado entrando y saliendo gente con bastante frecuencia; después de todo, no era el único que llegaba temprano. Pero al levantar la vista por inercia, vio una cara que conocía. Pertenecía a una niña bajita y delgada, con el rostro fino y la piel clara, ojos miel y pelo muy largo, castaño y mayormente liso en una coleta suelta. El flequillo es desigual, como el resto del cabello, del que la había oído quejarse en clase algunas veces; era su propia madre la que se lo cortaba creyéndose peluquera.
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De Dos Weones Complicados y Almas Gemelas [Klance]
Fanfiction¿Y a qué weon se le ocurrió que las almas gemelas tenían que estar juntas? ☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・ Soulmates AU donde todos ven en blanco y negro hasta que tocan a su alma gemela. Plus en chile porque está bien gracioso cómo hablan bbs