Emily imprimió un mapa, tendría que hacerlo a la antigua ya que su celular seguía muerto, y luego preparó una mochila. Estaba buscando algunas cosas en el placar cuando la puerta del balcón se abrió de pronto.
Si no fuese ella, hubiese pensado que Warren había entrado nuevamente por allí, pero sabía perfectamente que no era él. Un viento helado le llegó de pronto, y desde la cocina comenzaron a escucharse pasos dirigirse hacia ella.
-El frío del mundo detrás del velo... - Susurró, abrazándose a sí misma.
A pesar de estar a 34 grados en pleno verano, podía ver su aliento brotando como humo blanco de su boca.
-Octavio... - Lo llamó, decir su nombre le permitiría volverse más claramente visible.
Los pasos llegaron hasta ella, pero no había ninguna figura humanoide, sólo las marcas que seguían avanzando en línea recta. Las huellas marcadas parecían de lodo y tenían la forma de un pie de hombre adulto. Emily comenzó a olfatear de pronto un aroma extraño, como a podrido y cientos de insectos comenzaron a entrar por todas las entradas del departamento, como una plaga.
-No la estás buscando... - La voz se escuchó clara, firme y grave.
Emily había desviado un poco la vista hacia la cantidad de bichos que estaban inundando su espacio, y cuando volvió a mirar al frente, lo encontró. El aliento se quedó guardado dentro de su pecho cuando esos ojos fríos y negros conectaron con los de ella, estaba apenas a unos centímetros, apenas inclinado porque le ganaba centímetros en estatura.
Su forma humana era casi perfecta a no ser por la piel pálida y el aliento putrefacto. A Emily comenzaron a temblarle las rodillas, era un espíritu imponente que llevaba tanto odio dentro de sí que lo estaba pudriendo incluso después de muerto tenía una energía que lograba abrumarla. Por un segundo, la chica dudó, un alma como esa no podría pasar fácilmente del otro lado.
-La estoy buscando... - Dijo, con apenas aliento.
-No tienes tiempo... no...
Su voz dejó de salir de su garganta, y el lenguaje de las almas brotó de él. Emily no podía comprenderlo, Octavio perdió el control una vez más y gritó. Su voz gutural resonó de tal forma que Emily tuvo que taparse los oídos, los vidrios de todo el departamento se hicieron pedazos y, aunque pudo cubrir sus oídos, la cantidad de energía negativa que brotó logró envolverla. Intentó alcanzar uno de sus artefactos espirituales, pero apenas podía moverse. La aterró la idea de que estaba a punto de morir, un segundo después, todo se tornó negro.
Warren escuchó el fuerte sonido de los vidrios al romperse, seguramente todos en el edificio lo habían oído. Salió corriendo al pasillo y golpeó la puerta de Emily con desesperación, llamándola a los gritos. Intentó entrar, pero estaba cerrado con llave, entonces optó por derribarla. Se alejó lo más que pudo y, tomando impulso, se abalanzó sobre ella, pero, increíblemente, la puerta se abrió para él, haciéndolo caer de bruces al suelo cuando quiso frenar.
Cuando quiso preguntarse qué había pasado, miró instintivamente a su alrededor, y vio a Emily tendida en el piso de su cuarto. Corrió hasta ella y le tomó los signos vitales, luego de un minuto, pudo entender que sólo se había desmayado. No tenía heridas externas graves, más que unos cortes a causa de los vidrios y su estado general era normal. Warren observó las ventanas, el departamento de Emily era el doble de grande que el suyo y tanto la cocina como la pieza tenían puertas balcón las cuales estaban destrozadas.
Warren se encargó de sacar los vidrios de la cama y luego recostó a Emily sobre ella, sacó su celular y llamó a la policía. No supo bien cómo explicar lo que había sucedido, pero para su suerte quien respondió lo tomó en serio y dijo que enviaría un móvil hasta su ubicación. Mientras esperaba, él comenzó a caminar entre el desastre con cuidado de no tocar nada. Se percató de que todo lo que fuese de vidrio estaba destrozado; adornos, ventanas, platos, vasos...
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La Médium
ParanormalSuficiente. Siento que he tenido suficiente, sin embargo, no puedo detenerme. Después de mucho andar, he logrado aceptarme y aceptar esto con lo que he nacido, sin embargo... esta vez, por primera vez, me he sentido superada. "Ayúdala" Sé que ignora...