Argentina estaba mirando por la ventana polarizada de aquel auto lujoso, ONU simplemente le había dicho que lo recogerian para llevarlo a quien sabe donde.
Estaba en Estados Unidos por simple petición de la pacífica organización, así que simplemente no quería pensar que tendría que ir a hablar con el gringo.
Movía la cola levemente de un lado a otro, mientras, para matar el tiempo, escuchaba algo de calle 13. Pensaba en que sería lo que ONU se tramaba para hacerlo ir hasta allí.
El chofer lo miro por el espejo retrovisor a través de sus lentes de sol. Otro más que no siquiera sabía en ese juego tan horrible, creado por una mente corrupta y sádica.
Los minutos pasaron, Argentina pudo divisar una casa de madera un tanto vieja, tenía tres pisos de altitud, y no tenía tantas ventanas como deberia.
Entraron por el gran portón de metal que se veía muy pesado. El chofer, estaciono a lo que el latino bajo y logró divisar a muchos de sus amigos, y africanos que estaban de espaldas a las puertas de la casa.
Y se dio cuenta de algo más. Las potencias estaban de frente a ellos con una sonrisa que perturbaria a cualquiera.
- ¡oh, Argentina! ¡Que bien que pudiste venir! - sonrio como si nada la organización de la paz.
Las demás potencias lo vieron sin sorprenderse mucho, con que esa era la "sorpresa" que ONU les tenía.
El amante del mate se formó con los demás, algo tenso, mirando hacia arriba para no ver a los ojos de los demás.
- bien, las reglas de este año serán las siguientes. - la organización sacó una lista algo arrugada de su bolsillo. - 1 las presas tendrán 30 minutos para esconderse; 2 van a poder cambiar su aroma una vez dentro para ser más complicado encontrarlos; 3 podrán tener una hora para comer sus respectivos alimentos sin ser molestados; y, por último, no dejen que los atrapen~.
- ¿no nos va a explicar nada más? Como, no se, ¿¡por que mierda me quedaría acá para ser cazado por salvajes!? - señaló con su mano haciendo un ademán a las potencias.
- el que no es atrapado en 73 horas será recompensado con su deuda pagada. - Argentina sonrió inconsientemente para luego preguntar.
- ¿y si me atrapan antes?
- harán lo que quieran contigo. - Argentina agachó las orejas. - pero como premio de consuelo te van a ayudar a bajarla. - Argentina asintió pensativo. - bien. Sus 30 minutos empiezan... ¡ahora!
En ese momento una sirena sono y el subamericano pegó un pequeño brinco que fue detectada por más de una potencia.
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Oh, Honey~! (RusArg y UsArg) 1 Temporada
FanfictionTodos los años se hace una cacería anual En donde los países con deudas tienen que ser las "presas" de las potencian. Están encerrados en una gran casa donde se tienen que esconder. Las potencias pueden hacer cualquier cosa si los encuentran, con la...