003

4.6K 411 130
                                    

Comieron con tranquilidad y rapidez ya que en esa misma hora tenían que comer y volver a esconderse lo más rápido que podían.

Esta vez el argentino fue a el segundo piso ya que sabía que el ruso iría al mismo lugar buscando le.

No por que lo pensaba, sino que en el camino le había dicho que, ya que sabía que todos perdían al fin y al cabo, que si lo esperaba en el mismo lugar el lo llevaría y lo trataría bien.

Aunque es poco probable cuando llegase a su mes animal y eso el argentino lo sabía.

Se escondió en un lugar muy pequeño para su altura pero como era un gato era muy flexible por lo que se escondió en ese pequeño lugar.

Sostenía su cola con una mano para asegurarse que no saliera y soltó un bufido ya que sabía que al final terminaría todo contracturado.

Se erizo entero al escuchar de nuevo esa infernal sirena. Suspiro en un intento de calmarse como anteriormente había hecho.

"Que odio esa bocina del orto y la reputa madre que lo parió." pensó enojado tomando su teléfono. Lo había puesto a cargar en la hora de la comida así que estaba casi a 100%.

Estaba leyendo alguna que otra noticia hasta que recibió un mensaje de México.

"Wey no gastes tu batería tan rápido que después te vas a aburrir."

"Cambiando de tema.."

"Como chingados que te buscan USA y Rusia"

"Ahora tendremos que hacer una colecta para comprar otra silla de ruedas cabron" .

Argentina soltó una risitas nasal y murmuró un "boludo de mierda" pero se tapó la boca enseguida ya que ahora había dicho algo y es posible que lo escuchasen.

Escucho unas risitas cerca de donde estaba a lo que temió lo peor.

Un soviético le vio y se puso serio unos segundos y luego rodo los ojos.

- ¿sabes donde está Ururguay? - el felino negó un par de veces.

- no se donde están los demás.. - susurró con miedo. - no le digas a nadie donde estoy, por favor.

- ¿le preguntarás a Uruguay donde está?

- no..

- ¡aquí esta-

- ok, ok..

Hizo que le escribía por teléfono a su hermano menor y luego de unos segundos asintió haciéndole creer que si le había dicho.

- e-está en el primer piso.. Me dijo que estaba en la cocina..

- gracias, ¿ves como se entienden las personas? - Argentina asintió con miedo.

Cuando se fue el bielorruso salió de su escondite temblando llendose a esconder debajo del sofá individual.

Si el anterior escondite era pequeño este le ganaba. Tenía enterrado un resorte en una zona sensible y cada que se movía le apretaba más.

Empezó a insultar por sus adentros ese escondite. En serio, únicamente a el de le ocurriría meterse en ese escondite.

Escucho que entraban algunas personas a lo que puso su mano en su boca para que no escucharan su respiración que se repente se volvió agitada.

¿cuanto falta para que termine por hoy? Fue lo que pensó el menor mientras que con la otra mano sostenía su cola que estaba inquieta.

Escucho un par de insultos por lo bajo seguís de pasos hacia la puerta. Al parecer Bielorrusia si le había delatado donde estaba.

Pero gracias a que no es tan invesilo como otras historias que hay de él, cambio de lugar a tiempo.

Se agradeció a si mismo. Y le llegó un mensaje de el peruano a lo que lo leyó.

"Causita, no se si sabe pero cuando vuelva a sonar la sirena..." eso le pareció al argentino que sería algo malo.

Espero a que el peruano terminará de escribir, parecía madre con teléfono nuevo por lo lento que escribía.

"Será hora de comer y terminará el primer día."

Sonrío ante eso, pero sabía que faltaban horas para la comida.

"Apenas son las 2.. La reputisima madre que me parió." miro hacía arriba y soltó un suspiro. "Pero lo bueno es que estamos en gringolandia y se come como a las 6 o 7 de la tarde." sonrió ante eso.

Oh, Honey~! (RusArg y UsArg) 1 TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora