Se dice que este tipo se cosas no se pierden, no se olvidan, simplemente se bloquean y quedan en letargo. Un ejemplo común es andar en bici pero para mi esto no es así.
Te he llamado, te he gritado y suplicado que vueltas pero tu solo me ignoras, te haces sorda ante mis suplicas de redención. ¿Adonde te fuiste?
Prometiste que no me abandonarías y que no dejarías mi alma mayugada y reventada atrás aunque esta consiguiera sanar. Creí en ti. Confié en ti. He llegado incluso a llorar por tu ausencia. ¿Donde estas?
Odio como no solo dejaste un hueco en mi corazón sino también en mi mente enferma y voraz. La cual solo traga y traga información la cual compacta, despedaza y amolda a su conveniencia, haciendo memorias de cosas inexistentes y falsedades a raíz de un recuerdo. Le dejaste un hueco el cual sigue vació salvo por dos palabras que gritan en una cacofonía estruendosa que no se calla nunca.
Vete.
Vuelve.
Odio y adoro el día que te perdí, añoro tu frió abrazo y de igual manera lo aborrezco. Eres la crueldad del mundo que he olvidado y necesito recuperar. No me hagas suplicarte mas y vuelve a mi.
Mi tierna y exquisita musa tallada en oscuridad.
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Poesía de un corazón herido
PoetryPorque antes de amar, hay que saber llorar. Son una serie de escritos (comúnmente prosas) que he estado haciendo desde hace años y aunque no son los mejores ni los más extravagantes. Son algo que hago con mi corazón en el puño y en muchas ocasiones...