Hoy me siento en paz conmigo mismo y debido a eso he reflexionado un poco sobre cómo funciona el corazón.
Es una máquina extraña, absurda y tediosa que es tan compleja como simple.
Te hace sentir cosas con sus pequeñas artimañas y triquiñuelas de forma rápida, precisa y silenciosa.
Y antes de que te des cuenta te enamora.
Te hace amar a quien no te ama y eso frustra, demasiado. Pero por eso esa persona es que sea tan hermosa, ya que es la flor salvaje que emana esa aura de belleza y misterio que te gustaría desentrañar, pero nunca serás aquel que lo haga. Su belleza radia en que aunque parezca que está a tu alcance; no importa cuánto te estires o trates de alcanzar con tus manos. Jamás la podrás tocar.
También te hace entender de el amor no viene de esa flor por la cual te desviviste, tal vez tu flor es otra. Una la cual solo tú puedes llegar.
Aquella que se lleva dolores pasados, que te hace volver a creer, que te borra aquella otra la cual nunca alcanzaste.
Aquella que te permite volver a ver el lado positivo de tu vida, la que te hace tener escalofríos solo con pensar que la verás pronto.
Definitivamente. El corazón y el amor son tan hermosos como bastardos.
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Poesía de un corazón herido
PoesíaPorque antes de amar, hay que saber llorar. Son una serie de escritos (comúnmente prosas) que he estado haciendo desde hace años y aunque no son los mejores ni los más extravagantes. Son algo que hago con mi corazón en el puño y en muchas ocasiones...
