Poesía de un corazón herido

Otra carta sin enviar.

Hoy te escribo nuevamente pero aun sin la osadía de atreverme a enviarte esto...

Ha pasado ya un tiempo desde que te fuiste, pocos días que para mi han sido décadas... El mundo se destruye y la creación vuelve a pasar frente a mis ojos siempre que pienso lo lejos que estas ahora. No se de ti y me preocupa, no soy quien para decir eso porque se que no eres una persona indefensa que necesite un protector, tal vez hasta tu me puedas proteger a mi. Pero ese no es el tema, la cuestión es que te extraño, quien habría pensado que tu inspirarías esto en mi?

Simplemente somos amigos.

Y aunque dije todo lo que dije en mi anterior carta sigo pensando que lo nuestro no puede existir. No porque no lo anhele, si no porque, yo estoy y tu allá. Ya tu te enfrentas a la vida mientras yo aun soy pasos pequeños en un ambiente completamente diferente... Siento que no doy la talla para tener el honor de ser el hombre que pueda estar a tu lado, lo dije una vez y lo volveré a repetir. Tengo miedo de perder lo ya construido entre tu y yo, te valoro de una manera inmensurable porque entiendes a este hombre frustrado que lo único que posee es una musa rota, sin rostro. y una mente románticamente frustrada, que no sabe a donde ir y desespera cada vez que te piensa aunque ella sabe muy bien que no eres nuestra. Tal vez cuando te enseñe estas cartas, porque créeme cuando te digo que esta no es la ultima de una serie de cartas que repetirán lo mismo con otras palabras, tal vez algunas dulces como la miel o amargas como el ultimo beso de un amante cuando se va a la guerra. Pero todas y cada una de ellas se resumirán en una sola cosa.

Te quiero y por eso por mucho que me duela no estaré contigo porque con verte me basta para aguantar un día más.