- ¡Papá! ¡Anda, rápido!- Gritaba la pelirroja desde afuera de la casa.
- ¡Llegaremos tarde al entrenamiento!- Reclamó el pelirrojo.
El padre salió, con la mirada metida en su celular, parecía estar conversando con alguien, no les prestaba atención a los mellizos.
- ¿Papá?- Le llamó el pelirrojo.
- Lo siento, hijos, pero tengo una reunión de emergencia ahora mismo en el trabajo.- Dijo el padre mientras tomaba las llaves de su coche.
- Pero papá, el entrenamiento...- Intervino el pelirrojo.
- Ustedes pueden ir solos, yo iré con Karen, digo, a la reunión.- Respondió nervioso el padre.
- Ahora entiendo cuando mamá decía que eras terrible para mentir, papá.- Dijo cortante la pelirroja.- Anda, Izumi, vamos caminando.
La pelirroja recogió su bolsa del gimnasio del suelo y arrastró a su hermano hacia su entrenamiento de béisbol, estaba furiosa con su padre, siempre les fallaba y ella ya estaba harta.
- ¿Sabes qué? A la mierda, no quiero ir a este puto entrenamiento.- Dijo molesta la pelirroja, dando media vuelta y volviendo a casa.
- _____, anda, tranquila, nosotros podemos solos.- Dijo el pelirrojo para intentar calmarla.
-Tenemos que poder solos, Izumi, siempre hemos estado solos, desde que murió mamá, es como si papá hubiera muerto con ella, ya no nos quiere.- Dijo la pelirroja mientras soltaba su bolsa.- Que nos dé dinero para existir no lo hace un buen padre ¿Donde quedó el amor? ¿El tiempo de calidad?
La pelirroja estaba devastada, había estado así desde la muerte de su madre, le había afectado mucho.
- Hermana...- Le llamó el pelirrojo.
- ¿Qué?- Preguntó ella.
- ¿Recuerdas la canción que nos cantaba mamá?- Preguntó el pelirrojo.
- Claro que la recuerdo. ♪ Quiero verte...Quiero verte♪- Canturreó la pelirroja con melancolía.
- ¿Recuerdas que mamá nos dijo que siempre que nos sintiéramos mal recordaramos esa canción?- Preguntó el pelirrojo.
- Si... Lo recuerdo.- Respondió la pelirroja y luego miró hacia arriba, al cielo.- Gracias, mamá.
- Anda, vámonos a casa, yo tampoco quiero ir al entrenamiento para que todos esos pendejos me golpeen por creerse los jefazos.- Dijo divertido el pelirrojo.
- Vamos.
Y se fueron a casa.
Al día siguiente, después de clases tenían club, iban caminando por los pasillos cuando la pelirroja sintió un golpe en su hombro, como un empujón, volvió su mirada y allí estaba esa arrogante chica, Haruka.
- ¿Cuál es tu problema, Haruka?- Preguntó en semblante serio.
- ¿Mi problema? Ninguno, a excepción de tu cara, es molesta y fea.- Dijo burlona la chica de cabello verde.
- Haruka, estamos en la secundaria, si vas a insultar, da un insulto que sea acorde a tu edad.- Dijo indiferente la pelirroja.
- Entonces, eres una simple basura que no sabe defenderse sola ¿Tus padres no te dieron suficiente amor? Oh cierto, tu madre murió y tu padre anda por ahí con cualquier mujerzuela.- Dijo burlona la peliverde.
La pelirroja suspiró en impotencia, pero luego volteó a mirar a la peliverde y arremetió contra ella, en un dos por tres la estaba ahorcando contra la pared del pasillo, todos miraban con miedo.
- ¡CIERRA LA PUTA BOCA, HARUKA!- Gritó la pelirroja, exasperada.
- _____, cálmate.- Dijo suavemente el pelirrojo.
- ¿¡COMO QUIERES QUE ME CALME SI ESTA ZORRA SE TOMA A NUESTRA FAMILIA COMO UNA BROMA!?- Cada vez apretaba más el cuello de la peliverde, la cual pedía piedad en palabras sordas.
- ¡Señorita Saiko! ¡Suelte a su compañera!- Era la rectora.
La pelirroja lloraba suavemente, y soltó a la peliverde antes de caer llorando al suelo.
- ¡No es mi culpa que nuestro padre no nos quiera! ¡Desde que murió mamá es así!- Sollozó la pelirroja.
- Señorita Saiko, acompáñeme al despacho dle psicólogo escolar.- Dijo la rectora mientras la tomaba del brazo para llevársela.
- Pero, rectora Hatsune, tenemos club en 10 minutos.- Intervino el pelirrojo.
- Dígale al presidente o presidenta que la señorita Saiko no irá hoy.- Dijo la rectora antes de abandonar el lugar con la pelirroja.
- Demonios...- Musitó el pelirrojo antes de irse al salón del club.
Al llegar...
- Buenas tardes...- Dijo desanimado el pelirrojo.
- Hola, Izumi.- Lo saludó desinteresadamente la pelirrosa.
- ¿Dónde está _____?- Preguntó la castaña.
- Con el psicólogo del colegio.- Dijo impotente el pelirrojo.- Tuvo una pequeña pelea por una crisis.
- Ay no...- Musitó la de cabello morado.
- ¿Le pasa seguido?- Preguntó el castaño.
- Solo cuando le echan en cara lo que pasa en nuestra familia.- Respondió el pelirrojo.- Se le pasará, pero no creo que venga hoy, seguro que la envían a detención.
La chica de ojos azules escuchaba atentamente, quería ver a su amiga pero no podía, la detención no era como la cárcel, que te dejaban tener visitas, asique la de ojos azules ideó un plan para ver a su amiga, involucraba, meterse en detención.
Se levantó de su silla y caminó a la puerta del salón del club sin dar mayor explicación, buscó un lugar donde aún hubiera gente, precisamente encontró a la rectora haciendo su ronda de la tarde, allì había una máquina expendedora asique la de ojos azules la agarró a patadas.
La rectora la vió y la reprendió por su acto, y como estaba en su plan, la llevó a detención.
Allí estaba la pelirroja, dibujando en un cuaderno, era un fanart de un videojuego lo que ella estaba haciendo un aquel cuaderno, levantó la mirada y vió a la de ojos azules, se sorprendió.
- ¿Sayori?- Preguntó.
- Hola, _____.- La saludó la de ojos azules.
- ¿Que haces en detención?- Preguntó la pelirroja.
- Vine a verte, me metí en problemas para no dejarte aquí sola.- Respondió apacible la de ojos azules.
- Sayori... No tenías porqué hacer eso.
- Si tenía, no quería dejarte aquí sin compañía.- Dijo la de ojos azules mientras tomaba asiento junto a la pelirroja.
- Oh Dear... ¿Qué haré contigo?- Preguntó divertida la pelirroja.
Y se la pasaron hablando y bromeando hasta que el tiempo en detención pasó.
☆Robin-Senpai☆
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Happy Love Thoughts (Sayori x Lectora) DDLC
FanficElla acaba de llegar al club, todos están emocionados por su llegada, ya saben, cualquier nuevo miembro del club es motivo de celebración, pero yo no siento emoción por su llegada, puede que sea algo más...